El Palacio Barolo, increíble obra arquitectónica enclavada en el corazón de la tradicional Avenida de Mayo, dará el puntapié inicial a su ciclo cultural “Eventos del Centenario” que se extenderá durante los próximos meses, de manera libre y gratuita, en pos de celebrar los 100 años del edificio.
Organizado por la “Fundación Los Amigos del Palacio Barolo” (FAPB) “este ciclo es la posibilidad de interactuar con una amplia comunidad que ha seguido cada uno de los avances de las diferentes puestas en valor del edificio que le han devuelto su majestuosidad original” aseguraron Tomás y Miqueas Thärigen, quienes presiden la Fundación que tiene a su cargo la organización de estas celebraciones.
Son ellos también los gestores culturales del edificio desde hace décadas, fundadores de la empresa pionera de visitas guiadas del edificio www.palaciobarolotours.com.ar y el Rooftop del piso 16 “Salón 1923” @salon_1923
En sus palabras “el Barolo se ha posicionado como un ícono porteño gracias a la presencia y leal apoyo tanto de visitantes como de vecinos y por supuesto, de los consorcistas, que apoyan los eventos culturales logrando que el Palacio se mantenga vigente a través del tiempo. Es indudable que la cultura salvó al Barolo y será a través de ella que se expresará cada uno de los Eventos del Centenario”, aseguraron.
El Palacio Barolo es uno de los edificios más hermosos de la Ciudad de Buenos Aires. La imponente construcción es un deleite para la vista y está rodeada de historias increíbles.
Los 100 años del edificio más emblemático de la Ciudad de Buenos Aires se cumplen el próximo 7 de julio y se transformará en un momento que sin dudas será recordado y transmitido por generaciones al que ya se están sumando personalidades y empresas de distintos ámbitos.
Los creadores del Palacio Barolo fueron el arquitecto Mario Palanti y el empresario Luis Barolo que se conocieron durante el centenario de la Revolución de Mayo y se pusieron de acuerdo para rendir honores a Italia y a Dante Alighieri.
Inaugurado en 1923, fue el primer rascacielos de Latinoamérica y tiene un “gemelo” en Uruguay. Es una pieza indispensable de la arquitectura porteña, con un aspecto que rompió todos los moldes de la época.
Ya desde sus inicios, el Barolo llamó la atención. El edificio se puede categorizar dentro del movimiento art nouveau, pero tiene detalles de arquitectura gótica y neorromántica y además poseía adelantos tecnológicos novedosos.
Fue pionero en el uso artístico del hormigón armado, un método muy moderno para su época.
La cúpula, por su parte, está inspirada en el templo Rajarani Bhubaneshvar de la India y posee un Faro urbano, puesto en valor en el 2010, que se enciende y gira a diario, iluminando la ciudad.
Fue el primer «rascacielos latino», así resumió su estilo ecléctico su creador el arquitecto Mario Palanti.