Por Nicolás Grupe
En otro artículo te conté sobre cuál fue el libro que marcó un antes y un después en mi vida, el que considero mi libro favorito: “El club de las 5 de la mañana” de Robin Sharma. Sin embargo, ese fue solo un libro. ¿Cómo iba a saber yo si realmente todo esto del desarrollo personal era lo que me gustaba y apasionaba basándose solo en un libro? Capaz solo era un golpe de suerte.
Antes de terminar ese libro fui a la librería. Realmente me había entusiasmado, me había abierto mucho la cabeza y tenía “hambre” de más, quería nuevamente sentir eso. Bajo la recomendación de la persona que me atendió en la librería LIBROS LIBROS PUNTA DEL ESTE, en el Punta Shopping, y la ayuda de mi papá elegí con cuáles libros seguir y eso es lo que vengo a contarte y recomendarte hoy, cuáles fueron esos 3 libros.
El primero es un librito, bastante corto con unas 140 páginas aproximadamente, y que tiene ya casi cien años desde su publicación, es “El hombre más rico de Babilonia” escrito por George S. Clason. Este nos cuenta por medio de pequeñas historias, la vida de Arkad, el hombre más rico de Babilonia y de muchos otros personajes que vivieron en su época y explica cómo estos hombres acumulaban riquezas, cuales eran sus hábitos y cosas como “Las 7 maneras de llenar una bolsa vacía” y “Las 5 leyes del oro”. Me gustó mucho porque lo que más enseña es crear el hábito de ahorrar y la importancia de este. Mucho tiempo después, ya sabiendo más sobre finanzas, se que nadie puede volverse rico sin poseer este sencillo (pero no por eso fácil de implementar) hábito. Este fue el primer libro de finanzas personales que leí, pero no sería el último.
El segundo libro que compré y recomiendo enormemente, es también de finanzas personales, y es considerado el padre de la educación financiera. Cuando se piensa en este subgénero literario dentro del desarrollo personal, estoy seguro que el primer libro que se le viene a la cabeza a la mayoría de las personas es este: “Padre rico padre pobre” escrito por Robert Kiyosaki y publicado en 1997. En él, Robert cuenta su historia, cómo él de niño tenía un padre pobre (su padre biológico) y un padre rico (el padre de su mejor amigo Mike). Su padre rico era un empresario y emprendedor, tenía múltiples negocios y en el resto del libro, Robert explica cuales son las 10 lecciones que aprendió de su padre rico. Es un hermoso libro y entretenido, recomiendo mucho regalar este libro a los niños y jóvenes ya que te hace ver el dinero de otra manera que yo considero que es esencial. Sin embargo, no es el libro más completo en el tema. Yo siempre digo que es el puntapié inicial por donde hay que empezar. Este libro realmente me abrió el apetito por las finanzas y la economía y gracias a él hoy soy asesor coach financiero.
El último que te voy a recomendar es de otro género dentro del desarrollo personal, y es de mi autor favorito, Robin Sharma, y se llama “El monje que vendió su Ferrari”. Este libro es una fábula espiritual que cuenta la historia de Julian Mantle, un abogado exitoso de Nueva York, que tenía todos los lujos, pero no era feliz. Un día en la corte le agarró un paro cardíaco y lo tomó como un aviso de que algo andaba mal en su vida. Así que vendió todo, incluso su Ferrari, y se fue en búsqueda de los Sabios de Sivana en el Himalaya quienes le enseñaron “Las 7 virtudes de la vida esclarecida” con la condición de que volviera a su mundo y compartiera estas enseñanzas con todos. Este libro es un sólido diez, no tiene desperdicio y es uno de mis favoritos sin duda.
En conclusión, estos libros me ayudaron a darme cuenta que el mundo del desarrollo personal era mucho más grande de lo que pensaba, había submundos dentro, y reafirmaron que era lo que realmente me apasionaba. Te los recomiendo cien por ciento a los 3.
De los 3 libros que te acabo de mencionar tengo un resumen hecho en mi canal de YouTube (https://youtube.com/nicogrupe) por si querés saber más de ellos. Cualquier duda o pregunta que tengas me encantaría que me escribas por las redes sociales, en todas me encontrás como @nicogrupe. Espero que sigas muy bien y nos encontramos en una próxima nota.