Por María Belén Wonda
El arte joven contemporáneo podemos explicarlo como aquello que rompe con los modelos tradicionales establecidos. En sus obras plantea la representación de lo cotidiano desde una óptica irónica problematizando sobre la pintura y sus dos grandes polos, el de la super cie y la representación.
Objetos, lugares, personas y animales con los que convive son los motivos que se muestran, teniendo en cuenta especialmente aspectos de la forma y el color que los representa y allí es donde presenta los cuestionamientos. ¿Qué sucede con la piel azul de una chica fumando? Sabemos que es una “chica fumando”, por ende estamos hablando de representación, pero no es una pintura representativa a secas, sino con indicios de superficie como lo es el color arbitrario de su piel. Entonces, ¿acaso no se trata de eso la pintura contemporánea? Problematizar y cuestionar.
Por otro lado se encuentran las pinturas más cercanas al polo de la superficie. Este es el caso de las que son más enigmáticas Parecen ciertas cosas y objetos, resuena su morfología pero muchas veces no se puede descifrar con certeza que es lo que se ve… Resaltando cuestiones propias del lenguaje pictórico dejando atrás la representación. En definitiva, sus obras, que dan sentido a la idea de pintar hoy, es realizar pinturas que obligan y nos invitan, a reformular nuestra idea de mundo.
«Una artista emergente contemporánea cordobesa claro ejemplo de pintura contemporánea es Constanza Del no…»