20/09/2024
TU EXPERIENCIA TE HA LLEVADO A ESTAR ADONDE ESTÁS, ¿EXISTE UN SEXTO SENTIDO O SIMPLEMENTE SE TRATA DE IR VIVIENDO EL PASO A PASO?
La verdad es que hay una suerte de intuición que uno desarrolla con el tiempo, que va afinando el lápiz en saber algunas cosas y presumir que si yo hago A, tengo resultado A, y si hago B, tengo resultado B. Si de alguna manera analizo el mercado, la gente que elijo es la correcta para el proyecto, logro calzar el producto en función de la necesidad que percibo en el público, se van generando condiciones que se pueden aprender estudiando o probando y errando. Lo que no se enseña en
ningún lado es el tomar riesgos. Eso sí es difícil que alguien lo adquiera en algún lugar: porque es una capacidad que se potencia mientras vamos haciendo.
Un emprendedor tiene que tener la inquietud de salir de la zona de confort, de caminar un proceso riesgoso que te puede llevar a ganar o perder. El resto se desarrolla, se comparte con otros, pero no hay excusas para no hacer.
Por un lado, tropiezos hay miles porque tiene que ver con el no saber. Muchas veces, cuando uno tiene que salir con un producto al mercado, por ahí no tiene idea qué es lo que quiere la gente, quién es mi público, si el precio es el correcto. Sin embargo, uno va haciendo y aprendiendo, más allá de que sea un erudito en un tema particular. Una cosa es tener un arte y aplicarla a una compañía de asesoramiento hacia alguien; y otra muy diferente, es cuando uno debe ejecutar dicho arte y eso tiene que ver con el timing y la virtud política del ejecutivo que le toca asumir el desafío. Está directamente relacionado con la experiencia que se vaya viviendo
porque hay muchos elementos que no están ligados exclusivamente al saber.
Por el otro, la sensación de sentirse exitoso es cuando uno emprende. Por ahí me preguntan si le tengo miedo al fracaso y para mí ni siquiera existe como concepto, sino como un proceso de aprendizaje. El éxito está en hacer.
SOS UN MENTOR DENTRO DEL ÁMBITO EMPRENDEDOR, ¿CÓMO TE SENTÍS EN ESTE ROL?
De alguna manera, todos somos mentores. Creo que tiene que ver con la evolución de la vida y el desarrollo humano. En algún momento, me sobraba mucha energía para serlo, y aunque hoy me encuentre atareado con muchos proyectos, disfruto de ese trascender y compartir lo que aprendí. Me siento muy cómodo en ese rol. De hecho, considero que todos en la vida deberíamos colaborar con el otro. A mí me costó cuando comencé porque en aquél entonces no había una consciencia social de
ayudar. Hoy, con Endeavor, hemos logrado generar eso. Ojalá se pudiera transpolar esto que se vive en el mundo del emprendedurismo a la sociedad en sí porque llena el alma y ayuda a la gente.
¿CÓMO VES EL EMPRENDEDURISMO EN ARGENTINA ACTUALMENTE?
El emprendedurismo está muy bien: pasamos de que no existiera, hace 20 años, a que se creara una comunidad con actores, organizaciones no gubernamentales que colaboraron fuertemente, y hasta que la política pública lo tome dentro de su agenda. Córdoba es un ejemplo de que algo se hizo bien. Ahora hay que tener un poco de paciencia porque mucha de esa gente que se movilizó por el mundo emprendedor está iniciando su proceso de aprendizaje.
TU MIRADA SOBRE LOS NEGOCIOS DELATA UN GRAN PROCESO DE APRENDIZAJE, ¿A QUIENES AGRADECERÍAS DE TODOS AQUELLOS QUE TE ENCONTRASTE EN EL CAMINO?
La diferencia entre alguien que quiere emprender y alguien que emprendió es el conocimiento. En mi caso, primero agradezco los valores que me enseñó mi familia de honestidad, compromiso, esfuerzo, austeridad, de transformar lo social. Después, hay cientos de personas que fueron influyendo en mi vida, cercanas a mi entorno familiar y vinculadas al mundo empresarial, como la fundación Endeavor.
También le doy gracias a mi formación y su proceso de aprendizaje: desde asistir a un colegio público, luego llegar a la Universidad Nacional, hasta hacer mi Máster en Negocios en la IAE Business School. Todos ellos me ayudaron a entender el mundo, a desarrollar mi consciencia social, potenciar mi sentido crítico, la poner en práctica la habilidad para crear redes. Son muchas las personas a las que tengo que agradecer.
#ELEGIDOSPORLUCIANO
¿UN ÍDOLO? Jesucristo.
¿UN COLEGA QUE SEA COMPETENCIA? José Romero Victorica.
¿UNA FRASE QUE TE MOTIVE? “No hay peor gestión que no hacer”.
¿UN MOMENTO DE TU VIDA? Cuando empecé a emprender y había todo un mundo para aprender.
¿LA MEJOR EDAD? La actual: 48.
¿CON QUIÉN COMPARTIRÍAS UNA LINDA CENA? María, mi mujer.
¿UN LUGAR ADONDE VIVIR EL RESTO DE TU VIDA? Al lado del mar.
¿UN ERROR? No ser lo suficientemente humilde para aprender.
¿UN PECADO CAPITAL? La soberbia.
