Un jóven que juega con la fusión de los diferentes sabores de la cocina con las incógnitas que todo periodista tiene. Agus actualmente trabaja en «Chicas Guapas» con un segmento en donde combina estas dos aristas junto a celebridades nacionales e iternacionales.
-Quien es Agustín Oberto?
Que difícil es hablar de uno en tercera persona, pero si me tuviera que definir podría decirte que soy un tipo apasionado de todo lo que hago. Perseverancia sería otra palabra que me identifica, ya que soy un convencido de que nada se logra sino insistiendo un poco, en mi caso, un poco mucho (risas). En esta profesión tuve más noes que síes pero, pese a todo, no dejé de intentarlo nunca. Y por último soy un soñador. De niño me imaginaba conduciendo un programa de tv o de radio, y jugaba en el garage de mi casa con un radiograbador. Me podía pasar horas y horas hablándole a una audiencia imaginaria, parecía un loco (risas). Pero con los años comprendí, leyendo un poco y otro poco rodeándome de amigos instruidos en el tema, de que hay que visualizar lo que uno sueña para que se materialice. Funciona posta, es creer o reventar.
-Cuando supiste que la cocina era lo tuyo?
Creo que desde que tengo uso de razón. Recuerdo que a mis 6 o 7 años, lo conté alguna vez en la tv: me solía sentar en la mesada de mármol verde de la cocina de mi abuela Negra, mientras ella cocinaba, yo le cebaba mates y muchas veces terminaba condimentando su tuco o ayudándole a amasar los ñoquis del domingo, y así poco a poco, me fui enamorando de este universo 100% sensorial.
-Como fue combinar el periodismo con la actuación y con la cocina?
Soy un convencido de que uno en la vida no tiene porqué ser una sola cosa. Te lo digo yo que vengo de Huanchilla, un pueblito del sur de Córdoba, y que la gente en un medio tan chico tiende a encasillarte y en mi caso, claramente rompí con todos esos prejuicios (risas). Estudié primero abogacía en la UNC, por mandato familiar, pero la dejé en el primer año. Después empecé de lleno periodismo en el CUP, y paralelamente hice teatro en La Ciudad de las Artes. Terminé la facu en el 2006 y me tomé un año sabático en Cancún. Quería desconectarme un tiempito de la vorágine de la vida y pensar bien como iba seguir con mi camino. Ahí laburé desde mozo a animador en hoteles y/o eventos empresariales, también de promotor hasta que pegué mis primeros bolos (pequeñas participaciones como actor) en «Duelo de Pasiones » un culebrón mexicano, y en una publicidad para una importante compañía de celulares. La verdad es que filmar en un set en las playas vírgenes de Tulum, con el mar turquesa de fondo, lleno de luces, actores y extras por todas partes y un director que a cada rato decía: «corte» o «hecha» fue todo un flash. En ese momento me dije para mis adentros: yo quiero hacer esto toda mi vida, de acá no me baja nadie (risas). Volví en diciembre de ese año a Córdoba para recibir mi título de periodista, y me replantee si realmente quería regresarme a México para empezar a hacer castings y probar suerte como actor, o quedarme un tiempo en Buenos Aires y ver que onda en mi país. Finalmente aposté por la segunda opción. Lo de la cocina como te comenté, fue algo que lo tenía incorporado de toda la vida, entonces cuando surgió la oportunidad de laburar en la tv, las tres profesiones o vocaciones como les digo yo, se integraron orgánicamente.
-Como fue tu comienzo en el ambiente?
Una vez instalado en Buenos Aires en el 2007, empecé a hacer castings para publicidades, grabé varios comerciales para Argentina, Europa, EE. UU y toda Latinoamérica. Luego vinieron los bolos en cine y televisión. También hice algo de teatro independiente, hasta que en el 2015 junto a Nicolás Furtado, Naiara Awada y elenco, actuamos juntos en «Enfermedad de Juventud » de Ferdinand Brückner, bajo la dirección del actor y director Carlos Kaspar. Invitaron a Nai y a Nico (eran los famosos del momento) a un programa de tv para promocionar nuestra obra, pero como a Nico no le gustaba dar notas fui yo en su lugar. Y, como en la vida yo no creo en las «casualidades» sino en las causalidades, cuando estábamos en el corte averigüé si tenían segmento de cocina, cuando me dijeron que no, hice click y se me prendió la lamparita (risas). En CN23 el cupo de periodistas estaba super cubierto, entonces pensé: quiero entrar a la tele, conducir algún día mi propio programa de cocina y espectáculos, pero trabajo de periodista acá no me van a dar, entonces me postulé como cocinero. Me pidieron que grabara un piloto, diciendo y haciendo lo grabé, me lo aprobaron y así fueron mis comienzos en el mundo de la televisión.
– Crees que hay mucha competencia en el mundo de los influencers/ Instagramers/ comunicadores?
Creo que en estos últimos 10 o 15 años en los medios masivos de comunicación, todo dió un giro de 360°. Por empezar la televisión como medio perdió peso, los jóvenes de 20 años para abajo no miran tv. Además es muy difícil hoy hacer buena televisión, ya que casi no hay presupuesto como en los 90’s y principios de los 2000’s que existían programas con coberturas nacionales e internacionales y que hacían 30, 40 o más puntos de rating, hoy eso es imposible. Lo mismo sucedió con los medios gráficos que decayeron en sus ventas, ya que todo el mundo lee diarios y revistas digitales. Por ahí el formato que no se modificó tanto en comparación con los demás es la radio, pero la verdad es que hay mucho de todo. Hoy en las redes sociales tenés la oportunidad de hacer tu propio canal de contenidos, para un nicho específico, con ciertas características, gustos, preferencias y hasta lo podés segmentar por género, ubicación geográfica y edad. Entonces respondiendo a tu pregunta: si, hay competencia pero no todo lo que hay en las redes es bueno o de calidad. Entonces ahí la competencia es relativa, de acuerdo a lo que vos como influencer, instagramer o comunicador, valga la redundancia, quieras comunicar o vender. En mi caso particular, yo no compito con nadie. Trato de hacer lo que me gusta, me dejo guiar muchas veces por mi instinto, otras por mi socio y productor Agustín Maradei, quien la tiene super clara a nivel redes y aprendo mucho de él. Pero en general trato de no estar tan pendiente de lo que está In o out, sino de divertirme con lo que hago.
– Como arrancó y fue dándose tu proceso de incorporación en la televisión?
Como te comenté, luego de empezar con mi segmento de cocina en CN23, al toque sumé a mis primeros invitados famosos a cocinar conmigo como Graciela Alfano, Lizzy Tagliani, Karina Mazzocco, Flor Vigna, Nico Occhiato, entre otras figuras del mundo del espectáculo. Luego Camilo García me sumó como panelista a su programa, y poquito a poco pude mostrar mi faceta periodística. Estuve en C5N, Crónica TV, KZO y Net TV. En todos lo canales de forma intermitente tuve la oportunidad de laburar como cocinero y panelista de espectáculos, hasta opiné de sexo alguna vez (risas). Compartí aire con figuras como Nicole Neumann, Marcela Tinayre, Diego Ramos, le hice notas a Pampita, Costa, Mica Viciconte, entre otros. Digamos que ambas profesiones me quedaron muy cómodas y las pude combinar super bien.
– Contanos sobre tu actual proyecto en Chicas Guapas.
Surgió en plena cuarentena. Justo antes de que explotara todo, yo venía de reunión en reunión con una importante productora de tv para hacer algo propio, pero debido a la pandemia todo se postergó o como digo yo: nos fuimos a una pausa…pero larga (risas).
Estaba en casa super guardado mirando tv, cuando haciendo zapping engancho a Chicas Guapas, programa conducido por Lucía Ugarte, a quien conozco por amigos en común ya que también es actriz. Inmediatamente le escribo por Instagram para felicitarla. Hacía tiempo que no sabía de ella y realmente me puso super contento verla conducir su propio programa. Charlamos un rato, una cosa llevó a la otra y terminé haciendo un videito de cocina como invitado, para finalmente estar fijo todos los domingos al mediodía por América TV. Luego sumamos famosos al segmento, y pude poner nuevamente a mí periodista al servicio de la cocina, ya que hago entrevistas cortas mientras cocino con invitados nacionales e internacionales como por ejemplo, Marta Aledo actriz de Vis a Vis o Roberto García «Oslo» en La Casa de Papel, y así poco a poco el segmento fue creciendo y se generó una linda comunidad de seguidores con los que interactúo casi a diario. Como para ir redondeando, en estos tiempos medio apocalípticos, no puedo pedir más. Hoy más que nunca aprendí a disfrutar de mi presente, y estoy sumamente agradecido por ello.