LO RICO DEL VEGANISMO

Hoy se escucha con frecuencia y en círculos cada vez más variados: el veganismo. Es una elección de vida y la comida vegana es un arte que, una vez descifrado, muestra que es más simple de lo que cualquiera puede imaginar. Primero, hay que entenderla, luego, animarse. Aquí una breve introducción a la cocina vegana y una receta de tres pasos con un ingrediente sorpresa.

POR MAR VEGAN
Cocinera- Foodstylist
Recetas veganas- 100% ingredientes naturales & orgánicos.
mar.veganfood@gmail.com
Facebook: @marveganfood
Instagram: @mar.vegan

Lo primero que hay que entender cuando hablamos de cocina vegana es que estamos hablando de una dieta basada en la conciencia ¿Por qué? Porque no hay sufrimiento. Se respetan a los animales, se los cuida, y por supuesto, no se los consume. Tampoco sus derivados, es decir que la manteca, la leche, la gelatina (hecha con huesos molidos) o la miel, por ejemplo, no ingresan en nuestra lista de alimentos. Es una cocina 100% de ingredientes vegetales o como vas a escuchar muy seguido “plant-based”.

Cuando uno comienza a formar parte de este universo, la variedad de ingredientes y preparaciones que podemos encontrar es infinita. Acá, el cajú es más que un fruto seco, es el queso de nuestro cheesecake o la crema para acompañar unos buenos spaghettis.

MOUSSE CRUDIVEGANA DE CHOCOLATE, BANANA Y ¡PALTA!

INGREDIENTES (rinde para 4):
*1 y 1/2 de bananas.
*1 palta chica (no te preocupes la palta no se siente, sólo aporta cremosidad).
*1/2 taza de leche vegana (puede ser de almendras, cajú, arroz, avena).
*2 cucharada bien grande de agave, jarabe de maíz o azúcar mascabo.
*Una pizca de sal.
*3 cucharada de cacao amargo en polvo.
*1 cucharada de aceite de coco.

PREPARACIÓN: Primero procesá las bananas y la palta, con el endulzante que quieras.  El azúcar mascabo o de caña queda genial. Después, agregá el aceite de coco, la sal y el cacao amargo.  Por último, añadí la leche y procesá bien hasta incorporar todo. Volcalo en frasquitos (¡de paso reciclás!) o en bowlcitos chiquitos. Déjalo asentarse en la heladera 20’ y listo: ¡ya podés comerla!

Comentarios