Aletas enormes sobresaliendo del mar, enormes mamíferos que se arrastran pesados por la playa de piedras y se vuelcan al mar en un veloz movimiento que parece haberlos convertido en otros, planicies infinitas, acantilados que hacen volar la vista. Podría ser una película llena de efectos especiales, repleto de guiños creativos, pero no… simplemente es uno de los lugares más maravillosos del mundo y esta acomodado plácidamente en la Patagonia Argentina, en una bahía extensa, de aguas calmas y transparentes.
Bienvenidos a Madryn
La ciudad es de alguna forma pequeña y mediana al mismo tiempo, pero siempre impoluta, prolija, cómoda. Me sorprendió su modernidad, la extensión de sus playas, una costanera que la recorre toda y enfrenta hermosos atardeceres.
La gastronomía es uno de los puntos más fuertes de este destino, protagonizado sin lugar a dudas por los mariscos y los pescados que llegan día a día de mano de los pescadores locales y que reconoce como uno de sus mejores intérpretes a la Cantina del Náutico sobre la Av. Roca o al Parador Yoaquina en la playa.
Pero a Madryn no solo vinimos a descubrir su ciudad sino también a disfrutar de uno de los mejores hoteles, enfrentado bellamente al muelle más grande, el Hotel Península y desde ahí poder conocer pequeños secretos que pueden recorrerse muy fácilmente como La Playa EL Dorado, técnicamente un lugar protegido y varias playas pequeñas de canto rodado pero que tienen la particularidad de ponerte, a 15 minutos del centro, cara a cara con las espectaculares ballenas francas. Es que allí hay que ir con tiempo y alta mar porque el lugar es tan profundo y calmo que las ballenas y sus crías nadan frente a tus ojos y a apenas 15 o 20 de la orilla.
Otro punto cercano y espectacular es la lobería de Punta Loma, también a 20 minutos del centro, en una reserva provincial donde los lobos marinos están siempre presentes y pueden ser observados desde lo alto de los acantilados o, como hicimos nosotros, desde el agua en una excursión que te lleva a hacer snorkel (o bucear según elijas) con ellos, sumergido entre las olas en aguas transparentes y a 11 grados (esa fue la temperatura que nos toco) en una experiencia para toda la vida.
A la Península de Valdez vinimos a ver Ballenas y nos llenamos los ojos con ellas, embarcados en un paseo magnifico desde Puerto Pirámides (EL lugar desde donde hacer los avistajes), también conocimos ese espacio fascinante que es Valdez, repleto de vida en sus costas y también en el interior, con salares, maras, guanacos y muchísimo más.
Argentina tiene joyas repartidas en todo su territorio y sin lugar a dudas Madryn es una de las que más brilla.