22/11/2024
Por: Claudia Faena
Este año la Bienal de arte que se realiza en Venecia, fue llamada por su curadora Cecilia Vicuña: “The milk of dreams”, La leche de los sueños en español, nombre de un libro infantil, escrito e ilustrado por Leonora Carrington, una icónica artista surrealista que vivió casi toda su vida en Méjico. De esta forma le pone una marca a esta bienal que fue llamada la Bienal de las Mujeres ya que el 95% de los artistas que exponen son mujeres.
Para los que nunca fueron a Venecia a la bienal, les cuento que la exposición además en los “giardini”, con pabellones de los primeros países en participar de la Bienal. Hoy otra parte de la muestra con nuevos países está en el Arsenale, un gran galpón que además contiene la exposición de todos los artistas elegidos por la curadora de la muestra. Estos artistas son en su mayoría mujeres de países no hegemónicos. Hay muchas artistas de Sudamérica y de África, voces nunca antes escuchadas con mucho que decir y mostrar. Una cualidad especial de esta muestra fue que el sentido más elegido para accionar además del visual fue el olfato, ya que el tocar después de la pandemia no fue un recurso usado por los artistas. Este es un detalle notable de como influyó la pandemia en el arte.
Que fue lo que más me gustó de lo que ví, que fue mucho? Fue el pabellón de Francia, en los giardini con la muestra de la artista Zineb Sedira, “Dreams have no title”, Los Sueños no tienen título. Nació en Paris en una familia Argelina . Su obra habla de la familia, del desarraigo del inmigrante, de los amigos, pero mas que nada de la alegría que es necesaria para afrontar cualquier situación difícil en la vida. Estos son los ingredientes de un corto conmovedor que arma con ella misma de protagonista. Los sentimientos que genera se mezclan con imágenes de colores, y escenarios que me hicieron acordar a alguna película de Almodóvar. El resto del pabellón estuvo armado con los sets donde se filmaron las distintas escenas del corto. La realidad se mezcla con la ficción. Cualquiera que se siente en un set puede imaginarse protagonista de su propia película o de la que acaba de ver en el auditorio.
También podemos destacar los pabellones de Bélgica con Francis Alys, habla del juego de los chicos en los distintas culturas del mundo, el de Estados Unidos con Simone Leigh, “Sovereignity”, con mega esculturas de mujeres afro americanas, genial, imperdible. El pabellón de Brasil, con Jonas Andrade, “Con el corazón saliendo por la boca”, no tuvo buena prensa pero a mi me gustó , muestra con un humor y talento como todas las expresiones brasileras se refieren a partes del cuerpo. También están para visitarse el pabellón de Alemania, por María Eichorn , el pabellón de Uruguay por Gerardo Golwaser, el de Polonia y el de Gran Bretaña porque ganó el primer premio aunque no es mejor que el de Francia ni loco.
Otra obra conmovedora es la del artista argentino, Gabriel Chaile, como parte de los elegidos por la curadora para exponer en el Arsenale. Sus enormes esculturas que representan a miembros de su familia, están hechas en barro como las artesanías de su Tucumán natal. Son 5 enormes hornos de barro, cada uno con una forma y característica especial que reflejan a sus padres y a sus abuelos paternos. El quiere trasmitir la idea de comunidad, de dar y recibir, que sucede especialmente en el seno de la familia.
Se destacan también la exposición de Bruce Nauman en la Punta della Dogana, es el edificio de la ex -aduana de Venecia intervenido por Tadao Ando, imperdible. La Exposición de Marlene Dumas en el Palacio Grassi, otro edificio que se vió favorecido por la mano de Tadao Ando. La muestara Surrealismos y magia en lo de Peggy Gougenheim es muy buena, pero lo mejor de todo es la casa en sí y la muestra estable que tiene reunidos a los mejores artistas del siglo 20, imperdible. Otro must es la muestra de Anish Kapoor que nos muestra unos rojos sangre que nos impactan hasta el escalofrío en La Academia. Anselm Kiefer en el palacio Ducal, que es una maravilla en si misma, que fue la primer muestra que vi me voló la cabeza. Como trabaja con la historia colectiva de Venecia dentro del palacio usando esos techos con oro y frescos pintados por artistas de la época con su lenguaje contemporáneo , todo se une en su misma pieza.
Que decirles, todo es una fiesta en Venecia, el arte, la ciudad, el agua turquesa de su laguna y canales, las góndolas, los enamorados, los turistas, el verano . Pensar que nació como un puerto que dio cita a grandes mercaderes que supieron hacer de Venecia, antes un pantano, uno de los puertos más ricos de Europa. Hoy después de siglos de su fundación, esa abundancia se respira y se vive, Venecia es eterna. La ciudad de las góndolas y los enamorados pero con una historia de mercaderes ricos y sus fastuosos palacios.
