Estudios de investigación realizados en los últimos años han demostrado un aumento del uso de suplementos de vitamina D en la población, dada la alta prevalencia de déficit de esta vitamina en el mundo. Por este motivo Laboratorios Bernabó lanza en la Argentina la primera emulsión dérmica facial y corporal con vitamina D3.
La actividad biológica de la vitamina D no se centra solo en la regulación del metabolismo fosfocálcico, previniendo el riesgo de osteopenia, osteoporosis, además interviene en procesos de síntesis y liberación de hormonas, regulación del sistema inmune y en procesos de proliferación y diferenciación celular. Según el Dr. José Luis Mansur, endocrinólogo y “past president” de la Sociedad Argentina de Osteoporosis (SAO), la historia de la Vitamina D tiene tres etapas: “la inicial en que se creía que sólo servía para prevenir el raquitismo y que esto se conseguía con dosis que ahora decimos que eran muy bajas, la segunda cuando se evidencia que aumenta la absorción del calcio de la dieta y que es útil para prevenir y ser parte del tratamiento de la osteoporosis, pero con dosis mayores a las previas, y una etapa actual en la que se demuestra acción en todos los órganos y sistemas del cuerpo y una asociación clara entre déficit de Vitamina D y aparición de muchas enfermedades “no óseas” como neoplasias y todas las afecciones autoinmunes”.
Las recomendaciones actuales respecto de la ingesta diaria de vitamina D obedecen a dos consideraciones: la función ósea y la exposición solar, ya que su radiación UV es la fuente natural de la misma. Comenta el Dr Mansur “de los alimentos sólo los peces de mar tienen cantidad adecuada de Vitamina D, por eso todos tenemos niveles bajos en invierno, y variables en verano según el estilo de vida” y acota que “el nivel deseable en sangre de 25Vit D se considera óptimo para el hueso con 30 ng/ml, pero ahora se sabe que ese valor no ayuda a prevenir o tratar otras enfermedades no óseas. Ahora hay evidencia de que esto sí ocurre con un nivel en sangre mayor de 40 ng/ml, es decir debemos subir un escalón en la dosis administrada y el valor en sangre buscado”
Recientemente se ha puesto de manifiesto la presencia de receptores de vitamina D (VDR) en casi todos los tejidos humanos capaces de regular la expresión de múltiples genes. Más de 900 genes que representan el 10% del genoma humano responden a la vitamina D.
La vitamina D es una hormona relacionada con la respuesta inmunitaria frente a infecciones internas o externas del organismo. Las alteraciones en las mismas son causa y consecuencia de enfermedades autoinmunes, y tienen como común denominador deficiencia de vitamina D. Se recomienda investigar el nivel de vitamina D no sólo ante osteoporosis, sino también ante enfermedades vinculadas con su deficiencia y suplementar para mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes.
La Dra. Maria Lorena Silvagni, médica especialista en dermatología y patología vulvar, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), comenta: “Sabemos que en la piel se sintetiza la vitamina D, pero no se mencionaba, hasta hace unos años, que además de esta función, la piel es sitio de acción de la misma. La vitamina D interviene en la diferenciación de los queratinocitos (células de la piel) mejorando la función de barrera cutánea, tiene acción sobre las células del sistema inmune y también sobre los mecanismos de inflamación local. Por otro lado, el papel inmunomodulador de la vitamina D abre las puertas para la investigación de los efectos terapéuticos de la misma en enfermedades como dermatitis atópica, psoriasis, algunos tipos de alopecias y cáncer de piel melanoma y no melanoma, entre otros.”
El déficit de vitamina D produce una piel seca y aumento de riesgo de infecciones cutáneas. Contar con un buen nivel de vitamina D, ayuda a mejorar la barrera epidérmica y los folículos pilosos, mantiene la homeostasis cutánea, modula la inmunidad de la piel y promueve la renovación celular. La falta de la misma se asocia con el desarrollo de dermatitis atópica, vitiligo y psoriasis.
Por lo tanto, la vitamina D, sus metabolitos y ciertos análogos sintéticos constituyen una opción prometedora para prevenir, atenuar o tratar el daño, las enfermedades o el envejecimiento cutáneo.
La Dra. Silvagni agrega: “La principal fuente de vitamina D es el sol, como dermatólogos concientizamos a la población sobre los efectos nocivos de la exposición crónica e inadecuada, me refiero al desarrollo de tumores de piel melanoma y no melanoma, principalmente. Por lo tanto, recomendamos a nuestros pacientes la exposición solar controlada a través de la fotoeducación y aquellos con alto riesgo (tipo de piel clara, antecedentes personales y familiares de cáncer de piel, enfermedades fotoinducidas, etc) indicamos de ser necesaria la suplementación de la vitamina D.
La vitamina D3 presenta propiedades fotoprotectoras, antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas, reparadoras, antiproliferativas y anticarcinógenicas, previniendo en algunos casos y mejorando el pronóstico en otros de los tumores de piel. Previene el envejecimiento prematuro de la piel y refuerza la barrera cutánea.
Asimismo, una de las formas de obtención es a través de la radiación solar, pero, sin embargo, se debe recordar que esto produce envejecimiento cutáneo, reacciones inflamatorias, destrucción del ácido fólico o en muchos casos, por no protegerse contra rayos UV, cáncer de piel. De ahí la importancia de contar con emulsiones que contengan vitamina D3 sin necesidad de recurrir a la toma de sol.
Recientemente, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó la primera emulsión dérmica con Vitamina D para ser utilizada en forma tópica y comercializada en todo el país. Cabe destacar que esta emulsión contiene entre sus componentes además de vitamina D, Vitamina A, vitamina E y Alantoína que ayudan a mejorar el aspecto de la piel.
Esta emulsión dérmica con Vitamina D es producida íntegramente en Argentina por Laboratorios Bernabó, un laboratorio de especialidades medicinales con más de 80 años de trayectoria en la industria farmacéutica.
Desde el año 2018 el Laboratorios Bernabó, comercializa productos para el cuidado de la piel con diversas presentaciones: cremas y emulsiones con Vitamina A, tanto de venta libre como prescriptiva, de aplicación corporal y facial. Sus presentaciones contienen diferentes concentraciones de Vitamina A y son complementadas con otros activos como vitamina E, Alantoína, ácido hialurónico entre otros que contribuyen a mejorar la apariencia y textura de la piel. De esta manera, busca continuar sumando un valor agregado a la industria dermatológica.
El uso de esta emulsión dérmica con vitamina D3 que está autorizada para su venta bajo receta, es complementario a los suplementos vitamínicos y de uso diario. Medicamentos similares ya se utilizan en los EE. UU. y en Europa por lo cual están aprobados por las agencias sanitarias de alta vigilancia.
“Cómo empresa farmacéutica asumimos el desafío de seguir ofreciendo medicamentos necesarios para la población y apreciado por médicos y pacientes. De esta manera, desarrollamos la primera y única emulsión corporal y facial con vitamina D3 disponible hoy en el territorio argentino” asegura Gastón Landsman, Director Técnico de Laboratorios Bernabó.