La situación actual repercute en el bolsillo y, inevitablemente, también en la forma en la que uno se alimenta; para ahorrar, se suelen tomar malas decisiones y optar por productos de poco valor nutricional que, en consecuencia, pueden traer una suba de peso. Dr. Tomás Jakob, Médico cirujano especializado en tratamientos de sobrepeso y obesidad y Director de Bariátrica Online (MN 134.354), aconseja cómo darle forma a la lista del supermercado de una manera saludable
Económicamente, la alimentación se ve afectada, sobre todo en la población de menores recursos al no poder acceder a los alimentos proteicos, fuente de aminoácidos de alto valor biológico como las carnes rojas y blancas, lácteos y derivados.
Por otro lado, tampoco se puede adquirir buenas grasas como aceites ricos en omega y productos que lo contienen como frutos secos, paltas, pescados.
Consumen mayor cantidad de hidratos como harinas, panificados y bebidas azucaradas.
No necesariamente; las verduras y frutas son saludables y necesarias: una manera de acceder a ellas, es eligiendolas acorde a la estación, así el costo siempre va a ser más conveniente.
A su vez, se pueden escoger productos que no sean primeras marcas y consumir leches o quesos, que aportan buenas proteínas.
Ir con lista en mano, previendo lo que se necesita en casa y, de esta manera, comprar lo necesario.
Recurrir a la góndola de lácteos, probar con ofertas de quesos y leches; en cuanto a yogures, aprender a hacerlo uno mismo ayudaría a la economía familiar y se aportarían muchos nutrientes esenciales.
Paso siguiente, ir por los productos secos como pastas, arroz, legumbres, aceites, puede ser alguna mermelada sin azúcar y como alternativa, siempre evaluar previamente, dulce de leche para los chicos.
Por otro lado, las frutas, verduras y huevos comprarlas en verdulerías, al igual que la carne (recurrir a la carnicería más cercana):
Lo esencial es evitar góndolas de galletitas, golosinas, ultraprocesados y bebidas carbonatadas.
Lo que siempre debe estar presente en las compras que se realicen son los lácteos, carnes, huevos, verduras, frutas, legumbres y aceites.
Las opciones económicas como las famosas “harinas”, alimento tan “devaluado”, pueden y deberían estar en la alimentación; sin embargo solemos abusar de estas, sin acompañar con el debido gasto físico para usarlas como energía, lo que a lo largo del tiempo se traduce en un aumento de peso.
Se podrían incorporar en almuerzos y cenas en un 1 ⁄ 4 del plato, siempre con vegetales. Lo mejor es consultar con un nutricionista..
Conviene consumir todas as frutas y verduras: variarlas por colores semanalmente en 5 (verdes, rojos, naranjas/amarillo, violetas, blancas) y elegirlas por estación.
Lo aconsejable es dividirlo en 3: ¼ de hidratos (arroz, lentejas, garbanzos, pasta, etc), ¼ de proteínas (vaca, pollo, cerdo, huevo) y medio plato de vegetales crudos y/o cocidos.