22/11/2024
En octubre de 2024, Nico Freijo aterrizó en Estambul por primera vez, con la mirada curiosa y el espíritu abierto de un viajero que busca más que simples destinos turísticos.
Su paso por esta vibrante ciudad, que une dos continentes y miles de años de historia, se convirtió en una experiencia única, donde las maravillas del pasado y el bullicio del presente se fundieron en un viaje de introspección y paz.
Para Nico, conocido por su trabajo como productor de moda, este no fue solo un viaje de descubrimiento visual, sino una oportunidad para conectar con algo más profundo.
Cada templo y cada rincón de la ciudad le ofreció un momento de calma, un respiro entre la agitación de su vida cotidiana. La imponente Santa Sofía lo acogió con su silencio místico, y la Mezquita Azul, con su serenidad, lo invitó a hacer una pausa, permitiéndole reflexionar sobre la belleza y la espiritualidad de Estambul.
En su estilo «lufe», Nico se permitió vivir la ciudad sin prisas: caminó por los pasillos del Palacio Topkapi, exploró el colorido caos del Gran Bazar y disfrutó de un café turco en una terraza secreta, donde el tiempo parecía detenerse.
Pero más allá de las visitas turísticas, lo que realmente lo marcó fue la sensación de encontrar una ciudad que ofrece algo para cada viajero: historia, cultura, pero sobre todo, paz interior.
by #NicoFreijo en reporte #Jornalis #Lifestyle
Estambul 2024 fue para Nico no solo un destino, sino un refugio. Un espacio para reconectar con su esencia mientras exploraba el crisol de culturas que define a esta ciudad que, como él, vive entre el pasado y el futuro.
Prensa y comunicación: @summercreativo by Nicolas Pesce freijo @nicofreijo
