Una jueza puso fin a la tutela del padre de la cantante. Después de 13 años, la artista no dependerá de las decisiones de su papá.
Después de 13 años de controles y una dependencia total, Britney Speas es libre de la tutela legal de su padre. De ahora en adelante, la artista podrá tomar sus propias decisiones y sus acciones no dependerán del consentimiento de su progenitor.
La pesadilla de Britney empezó en el 2008, cuando Jamie Spears comenzó a tener control sobre la vida personal y profesional de su hija, quedándose con todos los ingresos que generaba la cantante.
Cuando los hechos se hicieron públicos, Britney decidió reclamar su libertad y alejarse completamente de su familia.
«Señoría, quiero recuperar mi vida», expresaba la cantante ante la jueza que llevaba adelante el caso. Las frases de Britney dieron la vuelta al mundo, y sus fans se solidarizaron con ella al pedir en las redes sociales la libertad de su ídola.
Después de haber sido acusado de manipulador y de sentir el repudio de la opinión publica, Jamie Spears le pidió formalmente a un juzgado de Los Ángeles que le pusieran fin a la tutela de su hija. Este fue el primer paso para que Britney comenzara a recuperar su libertad.
Recién el miércoles 29 de septiembre, la jueza Brenda Penny nombró a un contador como tutor legal provisorio de las finanzas de la cantante. Según el diario El País, esta persona se encargaría de sus ingresos hasta el 31 de diciembre.
Por su parte, Jodi Montgomery fue elegida por la mismísima Britney para quedarse con su tutela. La mujer ya había ocupado ese rol cuando el padre de la cantante tuvo problemas de salud y se alejó por un tiempo de la vigilancia de su hija.
Si bien Britney ya es libre e independiente de su padre, ambos seguirán encontrándose en la justicia después de que Jamie fuera acusado de colocar cámaras en el cuarto de su hija para controlar su intimidad. Esta versión fue desmentida por los abogados de Jamie, aunque seguirán investigándolo.