El proyecto creado por Astrid Muñoz, que trabaja en colaboración con comunidades de artesanos latinoamericanos, inaugura su primer local en la avenida más elegante de la Ciudad de Buenos Aires.
Diseño con Propósito: Tejiendo Comunidades
En un mundo que requiere cada vez más marcas que enaltezcan el slow fashion y se comprometan con valores sustentables, Curatoria es un ejemplo indudable. Para Astrid Muñoz el tejido social es tan esencial como las fibras que tejen sus creaciones. Está comprometida a respetar y valorar los procesos productivos arraigados en la tradición, aquellos que han sido transmitidos de generación en generación y reconocer el legado de las habilidades artesanales que dan forma a la esencia de Curatoria.
“En el corazón de nuestra marca se encuentra la fusión entre el lujo y la naturaleza, consideramos que el verdadero lujo está arraigado en el respeto por el entorno y la tierra. Cada pieza que creamos es el resultado de nuestra misión, un entramado de respeto por los saberes ancestrales que apunta a visibilizar y celebrar el talento argentino”, señala Astrid Muñoz, directora creativa de la marca.
La firma de lujo se enorgullece de fusionar una conexión entre el respeto por la tradición, la excelencia en el diseño y el impacto social positivo. Su misión va más allá de la creación de textiles y decoración de lujo, también se compromete a buscar un impacto social duradero y significativo. El objetivo de Curatoria está en identificar necesidades concretas de las comunidades con las que colaboran, generando soluciones que mejoren la calidad de vida de estos pueblos para aumentar el valor de lo hecho a mano y fomentar alianzas innovadoras de diseño con los artesanos.
Flagship Store: Av. Alvear 1850
En la cuadra principal de la Avenida Alvear, justo frente al Alvear Palace Hotel, Curatoria abre un local de 100 m2. El espacio interior fue ideado para parecer una cueva originaria de adobe y que al ingresar uno se traslade a los orígenes de la tierra donde se resignifican los tesoros hechos por las comunidades artesanas indígenas y artistas que hacen parte del Universo Curatoria.
Cada detalle de la tienda fue pensado para seguir a la perfección el concepto de la marca y combinar elementos que crean un ambiente único. En el interior se destaca la cortina de terciopelo italiano, intervenida por la artista Guillermina Lynch, cubierta en íconos inspirados en los símbolos aborígenes de América. La misma entra en diálogo con los estantes de incienso estacionado, provenientes de la reutilización del piso de una antigua estación de tren. La iluminación enfatiza los diferentes espacios y crea un juego de sombras que destacan las prendas, el mobiliario y las obras exhibidas en toda la tienda.
Desde el exterior, la fachada de vidrio permite visualizar el interior del local, en el que en primer lugar reciben los maniquíes luciendo la nueva colección y a los que sigue un largo perchero de bronce que despliega una variedad de tejidos y prendas.
Entrar al local genera una sensación mágica, es como cruzar un umbral hacia otro mundo, lejano al ruido de la ciudad. Curatoria es sinónimo de lujo, una expresión del respeto por el saber hacer y un tributo a la calidad que invita a unirse en este viaje de autenticidad, significado y belleza.
Te invitamos a conocer el Universo Curatoria
Astrid Muñoz, talento creativo que conjuga el lujo del detalle
“Curatoria nace de mi búsqueda incansable por la creatividad, la excelencia y el detalle de las piezas hechas a mano. Me apasiona el legado artesanal, la transmisión de técnicas ancestrales y la transformación de materiales nobles en piezas únicas”, Astrid Muñoz, fundadora y directora creativa de Curatoria.
Ella es el alma de Curatoria, una emprendedora curiosa y sensible nacida en Puerto Rico, el punto de partida de sus viajes inmersivos. Inquieta e incansable, su mapa no conoce fronteras. De su época de modelo de alta costura, donde desfiló en las pasarelas más emblemáticas del mundo a recorrer paisajes rurales con la cámara fotográfica al hombro. De los hoteles de lujo y los flashes a las pausas necesarias para escuchar el ritmo de la Naturaleza. Las colecciones de Curatoria resumen la inspiración de la fundadora y su propia definición de la reconfiguración del lujo hecho a mano.
Desde siempre, Astrid se interesa por conocer la cosmovisión y cultura de las comunidades de artesanos. Por experimentar la magia de las manos artesanas que engendran objetos únicos, signados por la huella de su creador. Para Astrid, el secreto de cada pieza está en la energía que desprende, en la forma que tiene de conmover a todo aquel que se encuentre frente a la misma.
Entretejiendo sus pasiones con sus experiencias y su espíritu, Astrid asume el rol visionario de conjugar lo más sofisticado y único del diseño y el arte latinoamericanos con las técnicas ancestrales de su tierra. Su mayor objetivo es preservar las técnicas ancestrales y promover el crecimiento sostenible de las comunidades con las cuales trabaja.