EL ARTE Y LA NATURALEZA

POR ARQ. CLAUDIA FAENA
CLAUDIA FAENA STUDIO

El hombre siempre se sintió intrigado por la naturaleza. Sus ojos se centraron en el horizonte, la tierra y el cielo. El verde y el azul y una línea que lo divide. El azul cielo y el azul mar y otra línea en el medio. Esa línea puede será derecha o con movimientos. Puede estar interrumpida por un bosque o una ciudad, pero siempre tendrá de fondo el sonido, el perfume y los colores de la naturaleza.

Redefinir estos límites es arte. La naturaleza es lo otro lo que no es humano. Lo que me rodea, me estimula y me atrae. Muchos artistas contemporáneos se ocupan de empujar estos límites entre nosotros y la naturaleza: lo otro.

Podemos nombrar a Joseph Voys, trabaja en la Alemania de posguerra, es una especie de chamán elegante que propuso replantar la ciudad de Kasel, destruida en la segunda guerra mundial. Tira 700 rocas en las plazas de Kasel, para quitar una roca tenías que plantar un árbol. De esta forma convirtió a cada ser humano en un artista. Redefinió los límites de lo que es arte . El arte ocurre. Es una experiencia colectiva. Es humanidad creativa.

Otro artista que trabaja con la naturaleza con su Land Art es Christo+ Jeanne Claude. Las imágenes del Pont Neuf cubiertos por telas están siempre en nuestra memoria. Como los árboles envueltos o el camino de pancartas color azafrán en el Central Park de New York , o la inmensa pared hecha en tela en Sonoma, California entre tantas obras.

En Sudamérica podemos encontrar a Alberto Varalla, colombiana y sus exquisitos herbarios de plantas artificiales.

Por otro lado está Richard Long, un artista más espiritual, cuya obra se centra en líneas de piedras en el Himalaya.

Mark Dion, en Seattle, toma un árbol muerto y lo vuelve vivo a través de plantarle semillas en su tronco que nacen y viven a partir de él. Demuestra que no hay noción de muerte en la naturaleza. Sólo hay muerte en la visión de lo individual.

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