El lujo en la Serenísima está en la ciudad misma. Caminarla y perderse, andar con los ojos bien abiertos y visitar los lugares tradicionales como la Piazza San Marco, el Puente del Rialto y de la Accademia, las islas de Murano y Burano, los museos.
Para sentirse lujuriosamente local, el Hotel Danieli ofrece todo lo necesario: un palacio histórico con la mejor terraza de la laguna y habitaciones que remontan a la época más brillante de Venecia.
LAGUNA’S ELEVEN
Si hay en Venecia algo que transporte al encanto exquisito de otras épocas, son los Jardines de Casanova, un reducto que el Cipriani ha sabido conservar inamculado.
Explorar partes de la ciudad que rara vez se ven antes de volver al barco para almorzar o cenar, cócteles y canapés o una degustación de exquisitos productos locales, como almejas caparossoli.
Es posible descubrir algunas de las bodegas secretas de Venecia, donde se cultivan vides con técnicas ancestrales. Todo en un bote privado saboreando deliciosos vinos locales y descubriendo el lado de la ciudad poco visto.
Lido es la única isla del archipiélago para zambullirse y tomar sol en alguna de sus playas.
STARS EXCLUSIVE
La aristocracia italiana lleva siglos eligiéndola como destino vacacional. Una recorrida por Santa María Elisabetta, la avenida que la cruza de punta a punta en su extremo norte, remite a la década del ’70.
El súper kitsch hotel Ausonia & Hungaria, de estilo modernista, con su frente de azulejos policromados diseñado por el ceramista Luigi Fabris y sus innumerables detalles artísticos, que hacen que dos ojos sean insuficientes para abarcarlos.
Cuenta con una terraza inmejorable para tomar un trago por las tardes y con su histórico salón de baile. Tomar un café en su bar es una tentación a encontrarse con los más famosos.