Por María Florencia Lanter – @florencialanter
En general, me recalcan que soy una persona simple, carismática, inquieta y divertida. Sumé un adjetivo más (risas).
Creo que justamente el ser inquieto me llevó a este mundo. Sobre todo fue por intriga y como un hobby. Empecé a estudiar magia después de recibirme de abogado, a los 23 años, en la Universidad Nacional de Córdoba. A partir de ese momento, hice de todo: curso de cocina, de Dj, de guitarra, de tango, de malabares; hasta que descubrí la magia.
Nunca pensé en dedicarme a esto, nunca pasó mi mente. Siempre lo consideré como un hobby para disfrutar en familia. Hasta que un amigo me llevó a un evento de fin de año de su empresa, de manera totalmente informal: se logró algo tan lindo, sin saber tanta magia, sin tener preparado un show, con conocimientos básicos de algunos trucos. Creo que logré llevarlos por diferentes climas, hasta convertirse en algo divertido. Me gusta la magia cuando se toma con humor. Como yo me divierto mucho y eso se transmite al público.
No estuve solo en este proceso. Si bien en casa somos todos abogados, siempre he contado con el apoyo de todos. Eso fue increíble porque siempre me acompañaron. El sueño de la magia ha superado lo que alguna vez imaginé, porque nunca pensé en lograr todo lo que logré cuando recién arrancaba. Si en su momento hubiera pensado en ganar dinero con esto, no lo creía. Mucho menos el llenar teatros, hacer temporada en Carlos Paz, convertirme en un referente a nivel nacional para eventos corporativos. Eso no me lo imaginaba y me encanta. Creo que el secreto está en ser apasionado y continuar aprendiendo.
“…Un día me vio el Flaco Pailos en un evento privado y me invitó a sumarme a su obra de teatro. Yo le dije: ‘Pero Flaco, mirá que yo soy abogado’, y él me respondió: ‘No importa, con esto vas a crecer mucho’. Así que acepté y llegamos a hacer tres temporadas juntos en Carlos Paz y dos años salimos de gira por el país con dos espectáculos distintos…”
Soy bastante meticuloso a la hora de preparar un show. Me gusta que esté todo totalmente resuelto en cuanto a la música y a los climas que quiero lograr con el público. Como los espectáculos tienen una interacción constante con la gente, trato que quien pase al escenario se sienta cómodo y que la puesta en escena tenga un hilo conductor.
Hay muchos trucos que son clásicos en la magia y que depende de la impronta que le pone cada uno. Me he hecho conocido por transformar el agua en fernet o por hacer aparecer un asado. Esas son creaciones propias, lo cual es lo más lindo de todo esto porque que se te ocurra a vos y encima lo puedas llevar a cabo, es la satisfacción más grande que puede haber.
Lo más importante en un artista es poder reinventarse como mago: tener un espectro amplio de cosas nuevas para ofrecer al público y mantenerlo cautivado.
Al principio fue difícil porque es un ambiente muy cerrado pero en el que también hay gente muy buena. He tomado clases, he aprendido solo, he sido muy autodidacta en relación a los trucos, sus efectos y a la impronta que se le da desde la personalidad de cada uno.
Tengo mi propio Estudio Jurídico con un amigo, quien es mi socio. Yo no litigo sino que estamos orientados para el rubro inmobiliario, con la administración de consorcios y propiedades. Al principio me costó la transición entre que me llamaban “abogado” a decirme “mago”. Pero como es algo que lo hago con tanta pasión, hoy lo disfruto mucho. Me gusta que “Willy Magia” se haya convertido en una marca.
“…Es difícil definirme separándome de ‘Willy Magia’. Si bien no nací siendo mago, el personaje se fue construyendo a la par. Aunque en realidad, yo siento que sigo siendo la misma persona: simple, humilde, divertido. Es que ‘Willy’ es ‘Willy Magia’, algo que me gusta llevarlo así…”
La magia tiene mucho para destronar al “guitarrista”. Es decir, es difícil usarlo como táctica de conquista. Pero puedo decir que fueron mis amigos quienes más han aprovecha a “Willy Magia’” (risas). Se puede decir que es un buen comienzo pero después depende de cada uno.
Tengo muchos proyectos porque he querido incorporar la magia como protagonista de eventos en empresas, teatros, reuniones. Nunca la he visto como un acompañamiento de otro espectáculo, sino que se trate de un gran show, como los que suceden en Las Vegas y en otros países.
Quise correr al mago de la imagen común y mostrar un mago más contemporáneo, con otro estilo. Tengo el sueño de llenar un Orfeo o un Luna Park. Algunas cosas están vistas, otras se están construyendo. Lo importante es que tengo un muy lindo grupo de trabajo y el apoyo incondicional de mi familia: dos cosas claves para que esto funcione.
Willy Magia no es simplemente un mago: es una marca, un concepto, un creador de contenidos que no se limita al sencillo truco que sorprende y divierte, sino que atrapa desde una perspectiva que aborda todo tipo de variables.
Con humor y simpatía, Willy conquista el público, pero generando todo un producto que tiene meses de preparación. No hay nada librado al azar: su metodología de trabajo apunta a una visión empresarial, colocando a la magia como eje protagónico de cada show.
Es miembro del Círculo Mágico de Córdoba, pero lo que verdaderamente acredita su credibilidad es la forma espontánea en la que propone sus espectáculos. Es continuamente elegido para desplegar su show y actuar en eventos de gran magnitud tanto en Córdoba Capital, en el Interior y en el resto del país.
Sus redes sociales son el reflejo del efecto que tiene su desempeño arriba y abajo del escenario. Junto a si hermano Gastón crearon una dinámica del “mago” y el “anti-mago”, provocando reacciones de mucha empatía con sus seguidores.
Entre los servicios que ofrece están los shows corporativos, eventos de gran magnitud para empresas y corporaciones de Argentina y países limítrofes; y los shows privados, pesados de manera moderna, personalizada y divertida.