Por: Costanza Monferini
El film estrenado en mayo en Netflix, fue retirado del streaming para llevarlo a salas
comerciales como nueva estrategia marketinera, ya que Zac Efron es el gran favorito
para el Oscar del 2020.
La idea de poder proyectar imágenes en movimiento, es un anhelo muy antiguo. De
hecho la creación del cinematógrafo, más bien, aquella tecnología que permite
reproducir la sensación de movimiento, tiene sus raíces en la fotografía e inventos
interactivos como el zootropo. En este sentido, la sucesión de fotogramas y la efectiva
percepción del desarrollo de una acción, es a causa de ciertos errores y accidentes que
permitieron conformar las bases evolutivas de este arte, el cual inicio como
divertimento de feria.
Así como el desarrollo del cinematógrafo tiene su historia, también la tiene el
desarrollo de los géneros. El género que dio vida al cine, fue el documental, ya que los
Hermanos Lumiere (creadores del cinematógrafo) se dedicaron a representar
imágenes propias de la vida cotidiana. Luego, otro género apareció dentro de la
novedad que representaba el cine, fue el fantástico. A partir de este género y su
creador Melies, se empezó a configurar el cine de ficción. Más bien, la construcción de
una verosimilitud de un mundo diegetico determinado, que a través de la confección
de ciertos códigos y estructuras, hacen creíble el relato para el espectador.
Teniendo en cuenta estas bases, Porter con su cortometraje más famoso “El asalto y
robo al tren”, dio lugar a la conformación de la unidad mínima de sentido de un film, a
saber el plano y el género del drama (aunque hoy en día, se consideraría dentro del
western). No conforme con el plano, Griffin mediante de su film “El nacimiento de una
nación”, configuro el artilugio de la escena sin tener en cuenta un montaje bien
definido. Mediante la invención de la escena, se dio lugar al género del cine de época.
El cine de época, se considera aquel género que se caracteriza por la ambientación de
una etapa histórica determinada, en donde los personajes que se representa existieron
en la vida real. Si bien, se respeta los códigos de época, es necesario tener en cuenta
que es una ficcionalizacion de los hechos de acuerdo a como se lo imagine el
productor, el director e incluso el guionista. Es decir, el relato sufre filtros de varias
subjetivaciones por parte del grupo técnico y artístico. No es literalmente fiel y es muy
raro que aquello pase.
Un año más tarde, Griffith llevo a cabo una de las películas más caras de la historia
llamada Intolerancia, la cual cuenta cuatro hechos históricos de la humanidad que
reflejan justamente este sentimiento humano: “la intolerancia”. Dos de esas historias,
a saber la historia de Cristo y Juana de Arco, permitieron el desarrollo de un subgénero
que se desprende del cine de época: el cine biográfico.
El cine biográfico actualmente es uno de los géneros más respetados y apreciados
entre la crítica y sobre todas las cosas por el jurado de los Oscars. Y este es el caso
particular del film dirigido por Joe Berlinger: Extremadamente cruel, malvado y
perverso; una película perteneciente al género biográfico, que en un principio no fue
visto por buenos ojos debido al protagónico de Zac Efron.
Lo que no fue negativo en un principio, hoy es caballo de batalla para competir en la
carrera por los Oscars 2020. Zac Efron, fue odiado y amado por la crítica, hasta que los
guionistas pertenecientes al jurado del gran premio del cine, lo admiraron de pie.
En un principio el film, fue distribuido por Netflix pero al tener un reconocimiento
privilegiado por la actuación del antiguo Troy Bolton, se tomó la decisión de ser
apartado del streaming para llevarlos a las salas comerciales, y así, no tener futuros
conflictos con las premiaciones del gran mundo cinematográfico.
Y es real, la actuación de Efron es espectacular. Es impresionante la forma en que se
manejan las sutilezas y las cuervas emocionales sin caer en el recurso del dialogo y del
morbo. Realmente deja con mandíbula balcón. Lo anterior, no es un logro exclusivo de
Efron. También se debe a la intervención desde la dirección que ofrece Berlinger, en
donde el estudio de los personajes reales es lineal y se nota que es exhaustivo debido
a sus inicios del cine documentalista.
Pero antes, recapitulemos que de trata el relato de la película. En sí, se representa a
Ted Brandy, un famoso asesino en serie de mujeres de los años ’70 de EEUU. Berlinger
sorprende, ya que deja de lado la carrera criminal del mismo y se adentra en la
psicopatía del personaje, desde ciertas superficialidades Para desembocar de forma
profunda en las relaciones entrelazadas entre un preso sospechado de violación,
secuestro y asesinato, y los afectos de éste. Más claramente, se basa en la dicotomía
inocente/asesino desde el punto de vista de su novia y denunciante: Elizabeth
Kloepfer.
Realmente la puesta en escena, los filtros fotográficos, el tratamiento de color y los
planos testigos, acompañan los puntos fuertes de la película: las actuaciones, el guion
y el montaje. De esta forma, la película fluye y mantiene la atención del espectador
hasta el último minuto. La tensión y las sensaciones emocionales están perfectamente
condicionadas desde el guion y la sucesión de los planos, lo cual no es poco.
Es claro, que no llama la atención ser la preferida para los Oscars, pero todavía no está
todo dicho, ya que los directores guardan sus cartas fuertes hasta un mes antes de la
temporada de premiaciones en Estados Unidos.
PUNTUACION: 8/10.