Julieta Ochagavía, creadora de la marca deportiva Lovfit, se anima a mostrar el lado B de emprender en Argentina
Lovfit, la marca de ropa deportiva que busca transmitir #ActitudPositiva, nació a mediados del 2018 con el objetivo de incentivar a más mujeres a ir por aquello que les permite un momento con ellas mismas y las desconecta de la rutina. Su diseñadora, Julieta Ochagavía, se anima a contar las dificultades de emprender en Argentina y los obstáculos que tuvo que superar para hacerlo posible.
La historia de Lovfit se divide en dos etapas muy distintas pero al mismo tiempo complementarias. Es decir, sin alguna de ellas, la marca no sería lo mismo. La primera etapa comenzó en 2018 y se basa en la creación, nacimiento, avance y retroceso de Lovfit. Julieta
estaba un poco perdida con lo que quería hacer de su vida a nivel laboral y la manera que encontró para distraerse fue el gimnasio. ”Mis entrenamientos eran de 2 y 3 horas por día, 6 veces por semana y sumado otras actividades extras como salir a correr, caminar, patinar, entre otros. A la par, hacía terapia y esto me ayudaba a despejar un poco mi camino tan nublado”, comenta Ochagavía, diseñadora y directora creativa de Lovfit. De esta manera, nació la marca con la intención de vender las prendas pero, más importante aún, de transmitir las ganas de moverse. Y esto no sólo implica hacer deporte, sino cambiar de lugar para encontrarse en otra perspectiva.
La segunda etapa es la nueva era. Una transformación, una marca completamente diferente pero sosteniendo los mismos pilares de siempre: motivar el movimiento. La pandemia ayudó a esta reinvención, que incluyó colaboraciones con profesores de diferentes áreas de educación física, así como con profesionales de salud mental y de nutrición deportiva, para dar a conocer su trabajo e interactuar de forma virtual con su comunidad, que ya suma casi 14 mil seguidores en el Instagram LoveFit. Con estos avances, en 2021 la diseñadora decidió abrir su primer local de venta física con todo el crecimiento que ese proceso conlleva, aunque a nivel personal era verdaderamente caótico: desamor, enfermedades y fallecimientos familiares, reaparición de un papá ausente durante años, y todo tipo de conflictos.
Emprender es entender que el 100% del negocio depende de uno mismo. “No podía encontrarme en sintonía y las situaciones personales me desbordaron emocionalmente, así que tomé la decisión de cerrar el local, con todo el dolor del mundo aunque mi intuición me decía que por algo se daban las cosas de esa manera”, añade la diseñadora. Entonces, hablando con unos amigos de Miami, se dio cuenta que ahí estaba su gran oportunidad. Era el momento para pensar más allá de sus fronteras y expandirse al mercado americano.
Hacia fines del año pasado, Julieta realizó un rebranding, con cambio de logo e imagen, pero manteniendo la misma esencia para la marca. El plan ahora es extender el negocio a Miami y mantener fuerte el canal mayorista en Argentina. “Este 2023, es un nuevo camino por recorrer y no es casualidad que mi destino haya sido este. Si estuviésemos en el medio de un bosque perdidos, el elemento que usaríamos para orientarnos sería una brújula, la que siempre nos va a marcar el norte para indicarnos la salida”, finaliza Julieta.