Luego de la asunción de Carlos III al trono británico, un análisis de su mapa astrológico junto con el de la difunta reina Isabel, revela los secretos de sus personalidades, liderazgo y cómo fue para el reciente rey vivir a la sombra de su madre.
Tras la muerte de Isabel, Carlos de Gales, asumirá el sábado como soberano y tomará el nombre de Carlos III del Reino Unido. De esta forma, se inicia una etapa que genera expectativas y dudas a nivel político y social. Si bien la reina tenía una gran imagen y una altísima popularidad entre el pueblo británico y los ciudadanos que integran la Commonwealth, Carlos se enfrenta al desafío de ganarse a la opinión pública luego de años de polémicas y habiéndose preparado para ser rey por más de setenta años.
En este contexto, Astrolink (web especializada en el estudio de cartas astrales) de la mano de su astróloga, Antonella Cullari, recopiló los datos personales del reciente rey para analizar lo que dicen los astros sobre él. La misma revela los secretos que ocultan sus energías e intenta decodificar cómo ha sido para él vivir tanto tiempo bajo la sombra de su madre, la Reina Isabel II, de quien se analizará, además, su carta natal y qué dicen los astros en relación con su personalidad.
Carlos III: sol en Escorpio, ascendente en Leo y luna en Tauro
De personalidad controladora, el escorpiano tiende a ser un tanto obstinado. Más reservados e intuitivos, pueden pasar gran parte de su tiempo solos. Las personas regidas por este signo aman los extremos (o te odian, o te aman) no poseen un punto medio. Tampoco perdonan una ofensa tan fácilmente. Suele ser común, encontrar escorpianos infieles, debido a que si por alguna razón terminan con una pareja con la que realmente han perdido la conexión, no dudan en buscar placer en otro lugar. Esta característica general de Escorpio pudo verse reflejada en la vida de Carlos, con su tumultuosa relación con Lady Di. El príncipe Carlos había contraído matrimonio con Diana Spencer, en 1981, con la que tuvo dos hijos: William (1982-) y Harry (1984-). En 1992, la pareja anuncia su intención de separarse y en 1994 el príncipe admite haber tenido una relación extramatrimonial con Camilla Parker Bowles, a quien conocía desde 1970. La separación se concretó en 1996, y un año después la princesa Diana murió en un accidente de auto en París. No es de extrañarse que todo este drama se geste alrededor de un Escorpiano, ya que muchas veces ellos están listos para bucear en las profundas aguas de la emocionalidad.
Isabel II: sol en Tauro, ascendente en Capricornio y luna en Leo
Persistencia, determinación y cautela: tres características que rigen a Tauro. Al nacer, lo primero que se utiliza son los sentidos físicos. Lo que se puede ver, tocar y sostener físicamente representa la realidad inmediata. Por este motivo, la herencia astral de los taurinos es la afinidad y la conservación de los recursos materiales, además de un cierto apego a las personas que ellos consideran más cercanas. Todo esto puede verse reflejado en el accionar de la reina del trono británico quien, nacida bajo el signo de Tauro, siempre buscó la forma de amparar a los miembros de la familia real y de protegerlos de los escándalos sociales. Las personas con el sol en Tauro son capaces de hacer una gran cantidad de cosas producto de su sólida capacidad para continuar proyectos o acciones en las que otras personas han perdido la paciencia o la energía para continuarlos. Estos factores fueron claves para Isabel y contribuyeron a su persistencia en el trono, a pesar de las constantes críticas, obstáculos y dificultades que tuvo a atravesar desde el inicio de su mandato.
El ascendente en Leo del rey Carlos III, viviendo en las sombras.
El regente de Leo es el gobernante del impulso creativo, la fuerza de voluntad y el ego, indicando la necesidad consciente o inconsciente de dominar, tener el control, de aparecer y tener un “lugar en el sol”. En algunas situaciones, dicha configuración ascendente puede hacer que el nativo se vuelva más controlador y narcisista, queriendo que otros respondan a sus deseos. Es de público conocimiento, los celos que el Principe Carlos sintió por la atención que recibía Lady Di, durante su gira por Australia, a él le molestaba la adoración del público por ella, mientras que Diana estaba celosa de su romance con Camilla Parker Bowles. En esos hechos podemos ver nuevamente la toxicidad en las relaciones que puede llegar a vivir el signo de Escorpio, y el egocentrismo y envidia que puede llegar a sentir una persona con su ascendente en el signo de Leo. Probablemente, siendo ya mucho más maduro, el rey podrá encontrar el equilibrio de su ego, utilizando toda la potencia leonina, para liderar de una manera digna y brillante.
La Luna en Leo y la necesidad de poder
Por su lado, gracias a la influencia de su luna en Leo, Isabel pudo conectarse con su idealismo y, también, fue capaz de hacer grandes sacrificios a favor de las causas en las que creía. Incluso ante la evidencia de que sus creencias pudieron ser erróneas, Isabel pudo haber tenido algunas dificultades para cambiar de idea. Todo esto debido a la terquedad combinada con una fuerte determinación y tenacidad: factores que la han ayudado a conseguir todo lo que se propuso. Estas características son atribuídas por el signo Leo. A menudo, las personas con esta luna necesitan ser veneradas: adoración que la Reina pudo experimentar y, claro, disfrutar. Por otra parte, sus sentimientos son heridos en caso de sentirse ignorados y también tienden a no gustarles los juegos emocionales o la falta de dignidad.
Esta luna en Leo, emocional y poderosa, les da a sus portadores cierto aire de egocentrismo: la terquedad de Tauro y la potencia de Leo le han brindado a su majestad una gran personalidad. Siempre lista para hacer frente a las dificultades y a las críticas de los demás, manteniendo su sólida imagen ante el colectivo. Esto, por lo general, los hace más populares a los ojos de los demás y son valorados por su integridad y por su visible sentido de justicia.
La sombra de la reina
De esta manera, analizando la carta del rey Carlos, es posible darse cuenta lo incómodo que habrá sido para él estar tanto tiempo bajo la sombra de su madre y, además, tener que soportar críticas y burlas al respecto. El ego de su ascendente en Leo, se habrá visto más de una vez lastimado por este tipo de comentarios. Claro está que, más allá de la tristeza que seguramente esté sintiendo por la muerte de su progenitora, será imposible para él no sentir al menos una pequeña cuota de alivio, y una sensación de “al fin estar en el lugar correcto” ese lugar que tanto le pide su energía leonina, justamente el lugar de rey