Quizás sea este uno de los trekkings más famosos de El Chalten, algo difícil de asegurar en un lugar de la Patagonia donde todo gira en torno a senderos de trekking, escaladas y paisajes espectaculares; sin embargo su popularidad se combina con una dificultad media, grandes paisajes y una duración tambien posible para la mayoría de las personas.
Por: Marcelo López
En total son unos 25 kilómetros que se cubren en 8 o 9 horas de marcha.
La cabecera del sendero comienza al final de la Avenida San Martín, donde finaliza el ejido urbano de El Chaltén y se ubica el área de estacionamiento. Durante la primera hora de caminata la pendiente es algo pronunciada y se llega por allí a un mirador natural del valle del río De las Vueltas.
Ya sobre la hora y media del trayecto se accede a un mirador rocoso natural bien señalizado, con un cartel que permite interpretar el panorama montañoso y glaciar que se presenta como una postal.
El camino continúa siempre remontando el arroyo Del Salto hasta la zona de drenaje de las lagunas Madre e Hija. A unas 4 horas de haber partido de El Chaltén se llega primero al Campamento base Poincenot (uno de los sitios de acampe del Parque Nacional más concurridos) y luego de cruzar el río Blanco, al campamento base Río Blanco (que es sólo para escaladores).
A partir de aquí la senda sigue con una pendiente algo empinada de aproximadamente 400 metros de desnivel hasta la laguna De los Tres, esta parte es empinada y requiere de casi una hora de trayecto.
El camino termina en una extraordinaria vista de la laguna y glaciar De los Tres. Esta es la vista más cercana de la pared granítica del monte Fitz Roy y todas sus agujas periféricas, que son muchas e impresionantes.
Después de un descanso, muchas fotos y un té calentito (que recomiendo llevar junto con algo de fruta y comida) se emprende la vuelta por el mismo camino.
Nada mejor que premiarse por el esfuerzo con una reparadora sesión de hidromasaje en tu habitación del Hotel Los Cerros del Chalten, mirando por tu ventanal el Rio de las Vueltas mientras planeas la cena en el LC Restó o te pedis un increíble servicio a la habitación y consultas a nuestros guías por el próximo desafío.
La Patagonia te espera, no demores.