24/10/2024
El proyecto liderado por Toti Quesada abrirá sus puertas en diciembre para compartir distintas propuestas gastronómicas y encuentros colaborativos en una casa emblemática de Barrio Norte.
Según la mitología grecolatina, el néctar era el licor que bebían los dioses. Un brebaje que representaba el goce por el disfrute y el encuentro. Y de eso se trata el nuevo proyecto de la chef Toti Quesada, un espacio de encuentro en donde la gastronomía y sus diferentes actividades tienen un lugar protagónico.
Néctar nace de una búsqueda por compartir una pasión, un espacio y su historia. El corazón del proyecto es el disfrute, en donde la cocina es la excusa perfecta para generar el encuentro. Allí se brindarán clases de cocina, talleres, encuentros y eventos.
La energía de que siempre haya algo sucediendo será el telón de fondo. Escenas que cambiarán todos los días sostenidas por una arquitectura excepcional: una cocina a la vista, aromas que invitan y dan curiosidad, sesiones de fotografía, círculos de mujeres y más. Un lugar creativo del que quien entre salga inspirado.
Toti Quesada estará al frente del Taller de cocina, el Salón de eventos y el nuevo espacio de Catering llamado Teodelina. Allí se buscará generar un clima de encuentro, relajado e informal en donde a través de la comida haya una experiencia íntima y cercana, haciendo foco en platos que evocan sabores familiares, a través también de la puesta en escena y decoración de la mesa.
Los detalles serán responsables de ambientar el entorno, con manteles, velas, flores y plantas, junto con una vajilla especialmente diseñada por la firma Obra de Mano para cada evento. La comida es, además, el arte que la complementa, por lo que al considerar un menú, una clase o un evento, todos poseen la misma importancia. Asimismo, los vinos del espacio serán seleccionados con esmero por el exclusivo club de vino enófilo, asegurando que cada maridaje sea perfecto para cada ocasión.
El Taller es el espacio de exploración, de pruebas y de compartir. Es la extensión de la cocina de la casa de la chef. Su propuesta se basa en compartir recetas, mostrar distintas maneras de cocinar, dar a conocer distintos productores del país y disfrutar también juntos del momento de comer. Se trata de una cocina de encuentro: entre aprendices, amigos de la casa, cocineros y productores.
En el Salón de eventos sucederán los rituales más exquisitos. La casa tiene distintos rincones que cobrarán vida no solo con los talleres sino también con los eventos que vayan a suceder. La casa está pensada para recorrerla, gozarla y disfrutarla. La filosofía de Néctar busca brindar experiencias hechas a medida, con una atención personalizada y curada, en donde en compañía se creen cosas bellas y deliciosas. Banquetes para compartir y disfrutar.
También habrá un Mercado, para poder llevarse algo de todo este universo al hogar. Allí habrán productos curados y seleccionados, en colaboración con colegas, artistas y otros productores. Desde la línea de cerámicas de Toti Quesada, delantales por Bolazo, cuchillos de Ramo Filos, pósters y postales de Magalí Polverino, productos de Facón, libros, y una carta de vinos y productos comestibles especialmente seleccionada.
Néctar es también un espacio de encuentro y trabajo colaborativo de distintos oficios de mujeres emprendedoras. Habitarán allí el estudio de fotografía de Magallí Polverino, especializada en gastronomía y still life. En cada uno de sus proyectos, la fotógrafa imagina y diseña fotos únicas dándole un lugar protagónico al producto, creando una escena alrededor que genere emociones.
Astrid Hoffmann se suma al proyecto con Carpa Rosa, en donde acompañará círculos de reflexión de mujeres y talleres en uno de los alucinantes cuartos de doble altura de la gran casona en la esquina de Aguero y Guemes. En conjunto con la arquitecta Candelaria Urquiza, quien llevó a cabo la remodelación de la obra, lograron darle una impronta femenina y funcional a esta antigua casona que hoy reúne a tres amigas y colegas para juntas complementar y enriquecer sus trabajos.
Con el desafío de cuidar el patrimonio, tanto en su fachada como en su espíritu, se buscó mantener la impronta original de quien fuera su antigua dueña Tita Tamames, productora teatral y personaje de la cultura de la ciudad. Construida en 1919, la casona es un oasis en pleno Barrio Norte de una belleza única y será el corazón del proyecto, que hoy vuelve a abrir sus puertas para recibir nuevos banquetes.
