La sensación de que el tiempo apremia y las horas del día no alcanzan es una realidad de todos. Llevar a los chicos al colegio, trabajar, limpiar la casa, juntarte con amigos, todo parece no encontrar lugar en un día de 24hs. Pero si hay algo que sentimos que nos saca tiempo y ganas es pensar en el famoso ¿qué cocino? Resolver la cena y el almuerzo del día a día puede convertirse en un asunto estresante para muchos. Algunos tips y un freezer grande pueden ser la solución.
Si existe un gran remedio contra la falta de tiempo, este es la organización. Y no hablamos sólo de llevar un tupper con sobras a la escuela, la facultad o el trabajo. Se trata de pensar integralmente nuestro menú diario, mejorar la calidad de nuestros alimentos, y simplificar pasos. Gracias al auge de las viandas y los meal preps, hoy planificar platos y opciones para cocinar es mucho más común y llevadero. Si bien hay varias formas de organizarlo, la más simple es preparar los alimentos que necesitamos para armar cada comida: lavar, cortar, porcionar y almacenar.
Reuní las recetas de las comidas que vas a preparar
Lo recomendable es organizar las recetas en una lista y a partir de ahí calcular ingredientes, cantidades, y después pensar en las compras. Una buena opción es dividir las comidas según si se trata de desayunos, almuerzos, meriendas y cenas; o bien en grupos: salsas, sopas, ensaladas, platos vegetarianos, revueltos, guisos, y todos los que queramos. En función de eso, busquemos las recetas que necesitamos. Podemos archivarlas en una versión digital, usar una pizarra o cuaderno, ¡lo que nos resulte más práctico!
Antes de hacer compras, ¡revisá tu alacena!
Antes de armar nuestro menú es recomendable planificar nuestras comidas en base a productos que ya tenemos tanto en la alacena, heladera como el freezer. ¿Tenemos un montón de papas? Podemos cortarlas en bastones y en cubos para escaldarlas y tenerlas listas para cocinar. O hervir una buena cantidad y tener listo un rico puré para salir del paso. Este paso no sólo permitirá aprovechar mejor las compras en el supermercado, sino también ahorrar y evitar las compras innecesarias. Además es una buena oportunidad de ordenar nuestros espacios de almacenamiento, descartar productos vencidos y ordenarlo en grupos.
¿Qué necesita nuestra familia?
Al momento de pensar un meal prep no debemos perder de vista las necesidades de nuestro grupo familiar. ¿Volvés tarde del trabajo?, ¿los chicos deben llevar una vianda a la escuela? ¿Alguno de los miembros lleva una dieta específica? ¿comen todos juntos?¿existe alguna preferencia? Cada familia es un mundo y las rutinas, horarios, actividades y dinámicas deben ser tenidas muy en cuenta en este proceso.
Aprovechar los productos de temporada
Cuando empezamos a pensar en nuestras recetas, un buen dato es tener presente la temporada en la que estamos. Pero no sólo para aprovechar mejores precios, sino también para probar nuevas frutas y verduras, animarnos a nuevos sabores y texturas y variar nuestro menú.
Prepará todo lo que puedas una sola vez
La clave para pensar un meal prep que dé buenos resultados es optimizar las preparaciones. ¿Utilizamos muchas salsas? Entonces, ¿por qué no preparar cantidades extra para nuestras pastas? ¿Amamos las hamburguesas caseras? Una idea es freezar una buena cantidad y aprovechar a armarlas de distintas variedades (carne, vegetales, legumbres). Si los vegetales son nuestro gran aliado en todas las comidas, ¿por qué no lavarlos, cortarlos y separarlos en bolistas para acompañar carnes, arroces o armar ensaladas? Las posibilidades son infinitas, ¡sólo depende de nosotros!
¿Dónde almacenamos?
Existe un punto clave para alcanzar la efectividad en esta organización: un freezer grande y cómodo simplifica la vida de los que aman cocinar y también de los que no. Organizar los menús para la semana ayuda a ahorrar tiempo, permite gastar menos dinero y conservar el orden en la cocina. Pocas cosas son más prácticas y eficientes que hacer buen uso del tiempo al momento de cocinar.