POR: Constanza Monferini Zapiola- @cotimonferini.
El neoyorquino Noah Baumbach vuelve a la pantalla con sus típicas disputas sociales cotidianas, pero con un sabor tierno y desgarrador.
Es cierto que Baumbach a lo largo de sus largometrajes ha ido incursionando en el desafío de la búsqueda del significado de ser adulto. Pero el secreto que irrumpe en esta historia, es la forma en la que está narrada: desde las entrañas y la decadencia propiamente dicha. Es la faceta intimista y personal, su característica principal. Más bien, un relato descrito desde lo más profundo entre dos escenarios, New York y Los Ángeles, los cuales se dispusieron como el punto de quiebre del director en su propio divorcio con Jennifer Jason Leigh (actriz de Aniquilación y Los Ochos Más Odiados).
Más allá de los puntos en común que pueden llegar a existir entre la propia experiencia del director en su divorcio y la ficción, son los sentimientos suscitados en este caldo de cultivo que configuran la grandeza del film. Es decir, los sentimientos expresados en cada diálogo y en cada acción, son el resultado de la universalidad de la historia: el corazón roto y la mutación del cariño. Esos son los pilares de la diégesis. Si bien, se tiñe un tono negativo lo que se escribe, en realidad Baumbach logró expresar los acontecimientos desde el amor y cariño más puro. En cada momento, se manifiestan desde lo sutil y lo implícito, a partir de una excelente dirección de actores.
Lo anterior, se refleja en la primera secuencia de “Historia de un Matrimonio”, el cual es uno de los comienzos más bellos en los últimos años del cine, en donde los protagonistas describen lo que los enamora uno del otro, por medio de una focalización interna y un montaje tan exquisito que denota un sentido apasionante.
¿Pero cuál es la trama del film? Charlie, un prestigioso director de teatro, se enamora y se casa con Nicole, una actriz naciente que se populariza debido a una película juvenil, quien abandona su carrera en el mundo en el cine para seguir los pasos de su amor y actuar en sus obras de gran éxito. Pero Nicole al pedirle el divorcio a Charlie, llevan al extremo tanto su vida personal como profesional.
Lo original del relato es que no narra cronológicamente cómo se formó la pareja, sino más bien como desase. En este sentido, luego del original comienzo descrito anteriormente, lo que sigue es el seguimiento de los protagonistas desde una mirada realista. La particularidad los personajes es la universalidad del relato, el cual recurre en ciertas situaciones al humor y a la emoción, para dar lugar a escenas bien resueltas. Todo es muy cotidiano desde lo omnipresente, sin tomar partido entre los protagonistas, quienes muestran incluso en los rencores, un amor todavía preexistente. El cariño jamás desaparece, de hecho siempre es tácito y lo que se vivencia es su pura transformación. Es cierto que el film se estructura por medio de un guión con diálogos realmente impecables y sumamente inteligentes, pero se requiere de grandes actuaciones para poder plasmar todo lo escrito y sostener el drama (en su sentido etimológico). Sin dudas, Adam Driver y Scarlett Johansson son brillantes. Realmente no hay otra palabra. Se juega la empatía de forma tal, que el espectador revive los acontecimientos que se suscitan en pantalla.
En este sentido, la emotividad y el nivel de empatía que llega alcanzar Baumbach por medio de un montaje impecable, planos cortos e intimistas de largo corte, logra crear esta cotidianeidad muy difícil de fundar en el mundo del cine. Por ello, “Historia de un Matrimonio” de una de las mejores películas que se llevó el 2019 y con respectivas nominaciones a los Golden Globes.
PUNTUACION: 10/10.