Dermaglós, marca líder en cuidado de la piel, reafirma su compromiso con la concientización sobre la importancia del uso del protector solar durante todo el año con el objetivo de prevenir enfermedades de la piel y el foto envejecimiento.
La mayoría de las personas asocia el uso del protector solar con el verano, la playa y los deportes al aire libre. Sin embargo, en los últimos años, este pensamiento se ha ido transformando. La opinión de dermatólogos es unánime: el uso cotidiano del protector solar es la mejor herramienta para prevenir el foto envejecimiento y los potenciales efectos nocivos del sol a largo plazo.
“¿Sabías qué la radiación ultravioleta (UBV y UVA) emitida por el sol, es responsable del foto envejecimiento o daño prematuro de la piel? Los rayos UVB, que penetran sólo en la superficie cutánea, provocan enrojecimiento (eritema), quemaduras y daño de las células (mutagénesis y carcinogénesis). Los rayos UVA tienen mayor poder de penetración y llegan a la dermis (capa media), donde generan la formación de “especies reactivas de oxígeno” que ocasionan alteraciones en el ADN, y activan las metaloproteinasas (enzimas responsables de la degradación del colágeno). Estas últimas son, por lo tanto, las mayores responsables de la foto envejecimiento. La cantidad de radiación UVB que llega a la superficie de la tierra depende en gran medida de la estación del año y la hora del día, además de las condiciones meteorológicas. Sin embargo, la radiación UVA es menos sensible a estas condiciones, y es más constante durante todo el año. Además, UVA atraviesa en mayor medida las nubes y los vidrios (como ventanas y parabrisas), y puede reflejarse en superficies como el agua, la arena y la nieve, entre otras. Por lo tanto, es muy importante incorporar el uso de protector solar todo el año, sin importar el clima ni la estación. proteger nuestra piel de las radiaciones uv tiene que transformarse en un hábito”, sostiene la Dra. María Inés Hernández, médica asesora de Dermaglós.
Una inquietud frecuente en el consultorio es acerca de la necesidad o no de utilizar protector solar si se trabaja en una oficina. La respuesta es que sí, ya que los últimos estudios confirman que la luz azul emitida por la pantalla del celular y de la computadora, o incluso la luz eléctrica, provocan pérdida de firmeza en la piel y contribuyen a la aparición de manchas y arrugas.
¿Y la Vitamina D? “Es un tema que sigue generando controversia. Una mínima exposición solar (excepto que esté contraindicada por razones médicas) de brazos y rostro 3 veces por semana durante 10 minutos, sería suficiente para prevenir el déficit de vitamina D. Y el uso de fotoprotector no estaría asociado a la disminución de ésta. Por lo tanto, es importante recalcar la exposición solar con moderación, en los horarios apropiados y usando protector solar. Y recordar que deben realizarse los controles médicos necesarios para evaluar la necesidad de suplementar vitamina D”, agrega la Dra. Hernández.
Dermaglós, la marca líder en cuidado de la piel de Laboratorios Andrómaco, acompaña a la Sociedad Argentina de Dermatología en las ediciones anuales de la Campaña de Prevención de Cáncer de Piel llevadas a cabo a nivel nacional y subraya la importancia del uso de los protectores solares desde temprana edad y en todas las épocas del año, ya que los efectos de los rayos solares en la piel pueden causar daños permanentes y hasta convertirse en factores de riesgo. El mayor de estos riesgos es el melanoma, el tercer tipo de cáncer más común y uno de los que más riesgos implica.
El daño de la piel se acumula con el tiempo, comenzando con la primera quemadura de sol. Una quemadura con ampollas en la infancia o en la adolescencia, duplica las posibilidades de desarrollar melanoma en el futuro. Cuanto más se quema una persona, mayor es el riesgo de cáncer de piel. El 80% del daño solar en la piel lo adquirimos antes de los 18 años, por eso es muy importante tomar consciencia desde temprana edad.
Algunos tips para proteger tu piel durante todo el año:
Dermaglós aconseja también mantener la piel hidratada con cremas y geles post solares e hidratantes y beber líquido de manera constante para evitar la deshidratación. Otro punto clave es el chequeo de lunares, que debe realizarse una vez al año con un dermatólogo para prevenir enfermedades.
Asesoró: Dra. María Inés Hernández, médica dermatóloga, MN: 99153