Encontró a su primera manicurista a través de Instagram para luego convertirse en la reina de las uñas alargadas. Y busca, en cada ciudad que visita, a los artistas más experimentados para que le hagan los diseños más originales y jugados.
Rosalía no deja de sorprender con sus extravagantes manicuras: ya sea para sus shows en vivo, en las red carpets o en sus videos musicales, la cantante presenta jugados nail arts con decoraciones que van al extremo.
Fue Maritza García, de Dvine Nails la que plantó la semilla del nail art en la cantante en un momento en el que esa estética era más propia de cantantes latinas como Becky G o estadounidenses del estilo de Nicky Minaj.
En 2019, que fue el año en el que se convirtió en estrella internacional, la experta en uñas contó cómo se conocieron: «Estoy empezando en la música, ¿hacemos una colaboración? Tú me haces las uñas y yo te saco en Instagram» relata y añade: “A las primeras que le hice les puse purpurinita difuminada en la punta”, recordaba García en El Periódico.
Ese año, la española se llevó tres Grammy Latinos que acabaron de confirmar su asalto a la industria musical con su álbum El mal querer y también coronaba la portada de The New York Times Magazine. Efectivamente, a Maritza García -que atesora otras clientas como Karol G, Nathy Peluso, Badgyal o Farin- convenció a Rosalía de optar por looks más jugados. Suyas son las manicuras que llevó en aquellos Grammy, las de la Cleopatra en el centro, las que adherían corazones sobredimensionados a cada uno de sus dedos e incluso las que se puso en el Primavera Sound de aquel año, capaces de iluminar todo el escenario con su purpurina rosa.
En otra oportunidad eligió incrustaciones de ositos, monitos, heladitos, galletitas, perritos, gatitos y otros apliques kawaii. Ella quiere llevar algo que nadie tuviese. Desde entonces, el éxito de Verónica Marcalla se puede medir por las estrellas que recurren a ella: desde Blanca Suárez hasta Úrsula Corberó se han dejado tentar por sus afilados talentos, que exploran con igual ahínco los valores cromáticos de la manicura que los de aplicaciones y brillos.
Antes del confinamiento del año pasado, Rosalía ya pasaba más tiempo en Estados Unidos que en España, por lo que lo más normal era que ampliase su agenda manicurista. En Nueva York recurre a Juan Alvear (más conocido como Nails By Juan), un artista de las uñas que busca las curvas y los volúmenes para crear una estética sumamente extravagante. En parte fue él quien se encargó de que Aute Couture resultase el exitazo que fue, poniéndole rosas y espinas doradas y jugando con formas más orgánicas. “Fue uno de los proyectos que más tiempo me han llevado hasta la fecha. Empecé haciendo bocetos de uñas para encontrar un concepto que encajara a la perfección. Terminé yendo con uñas de rosas doradas para Rosalía e hice que las demás aludiesen también al oro, adornándolas con enredaderas y espinas. Mi asistente Bianca Boutilier y yo tuvimos dos semanas para hacer las uñas para el video musical y pasamos algunas noches trabajando para llegar a tiempo. Volamos a Los Ángeles unos días antes de la filmación del video y continuamos haciendo espinas en la habitación del hotel”, confesaría a W tiempo después el manicurista.