9 de cada 10 personas abandona el hábito nocivo o lo reduce considerablemente en un período de 7 días, según datos de los pacientes de uno de los centros de turismo de salud más importantes del país.
El próximo 31 de mayo se conmemora el Día Mundial sin tabaco, una jornada en la que se refuerza la información sobre los peligros que supone el consumo de tabaco, principal causa de muerte prevenible en todo el mundo.
En la actualidad, de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud, hay 1300 millones de consumidores de tabaco en el mundo, frente a los 1320 millones que había en 2015. Se espera que esta cifra descienda a 1270 millones en 2025.
La información sobre los efectos perjudiciales de fumar ha permitido tomar conciencia sobre la necesidad de abandonar este hábito pero, ¿cómo lograrlo?
Dejar la adicción en primera persona.
En el informe Global Investment Case for Tobacco Cessation, la OMS manifiesta que para lograr la reducción del consumo son fundamentales los servicios que promueven y asisten el abandono de este hábito.
La solución parece encontrarse en instituciones que abordan la problemática de manera integral, contemplando aspectos neumonológicos tanto como clínicos y terapéuticos.
Así lo reconoce Miguel Ángel Romiti, de 56 años de edad, quien pudo dejar totalmente sus 60 cigarrillos diarios. Hace 17 años, tomó la firme decisión de dejar atrás esta fuerte adicción y buscó especialistas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para que lo acompañaran. Su médico le propuso un tratamiento breve con láser, y luego le recomendó profundizar su proceso en uno de los centros de turismo de salud más importantes del país, la Posada del Qenti, en las sierras de Córdoba.
Allí encontró un abordaje integral que impactó positivamente en su estado de salud tanto físico como psicológico. Siguió con gran compromiso y decisión la rutina durante los 10 días de su tratamiento en la clínica, por lo que está no sólo orgulloso sino sorprendido.
Hasta hoy, 17 años después -y con algunas adecuaciones- utiliza aquella rutina como hoja de ruta diaria.
“Mi relación con Qenti surgió hace casi dos décadas cuando fumaba 60 cigarrillos por día. Estuve 10 días haciendo el tratamiento para dejar mi adicción. Desde ese día nunca más volví a fumar lo cual me genera gran orgullo porque mi adicción era muy fuerte” recuerda y continúa: “la rutina diaria de actividades fue clave en el tratamiento e hizo que durante esos 10 días me olvidara del cigarrillo. Cuando salí de ahí, no sólo fortalecido físicamente sino psicológicamente, fue un día a día de proponerme no volver a fumar. La calidad humana fue clave y excepcional”.
El acompañamiento profesional integral, elemento clave para lograrlo.
Dejar de fumar implica un cambio de hábitos que muchas veces parece lejano o hasta imposible. No obstante, existen tratamientos que permiten alcanzar resultados inmediatos y duraderos. De acuerdo a la experiencia del Dr. Christian Leiva, Director médico de la Posada del Qenti, “es crucial realizar un planteamiento integral que implica, en primer lugar, una valoración profunda de aspectos neumológicos, nutricionales, fisioterapéuticos, posturales, estéticos y de laboratorio”, explica y continúa: “con esa información se diseña un plan a la medida de cada persona. Nuestro fuerte es trabajar de manera interdisciplinaria ”.
El programa que se establezca para dejar de fumar puede incluir masajes, ejercicio físico, alimentación natural desintoxicante, actividades de meditación grupales -como yoga y paseos al aire libre- talleres sobre revitalización, alimentación saludable, estrés, metabolismo y actividad física.
En relación al proceso, Leiva cuenta que “antes de la llegada del paciente nos contactamos con él para asegurarnos que está decidido a hacer el Programa Antitabaco. Una vez que llega el paciente , comienza un trabajo coordinado e interdisciplinario centrado en la adicción física y la adicción psicológica. Este es un eje muy importante del programa”
Una vez en el centro se realizan 3 consultas: la médica para determinar cualquier patología, la psicológica y la neumológica, donde se mide la capacidad pulmonar.
Luego es el turno del test de adicción con el cual se mide el estadío de ésta. En referencia al uso de medicación en este tipo de tratamientos, Leiva explica que “por lo general no se medica al paciente, sino que se realiza tratamiento terapéutico integral” Sin embargo aclara que “no se descarta su uso en caso de ser realmente necesario”.
Tras las valoraciones nutricionales y fisioterapéuticas se activa el soporte de masoterapia para ayudar a expandir la capacidad pulmonar, reducir contracturas y mejorar condición postural.
A posteriori, un seguimiento dual del paciente durante el proceso de dejar de fumar y en la etapa siguiente en la cual pueden surgir situaciones de estrés,ansiedad, alteración del sueño, etc.
Antes del alta se le realizan todos los estudios nuevamente y se entrega al paciente una carpeta con todas las valoraciones y una guía con terapias cognitivas conductuales para cuando surjan ganas de volver a fumar. En la guía hay 8 técnicas para elegir la que mejor se adapte a cada paciente.
La eficacia del tratamiento en el centro que dirige el Dr. Leiva es contundente: el 89% de sus huéspedes dejan o disminuyen el hábito de fumar en 7 días; el 99% reduce los niveles de glucemia en sangre y mejora su estado general de salud. Estos resultados han otorgado a la Posada del Qenti, no solo reconocimiento internacional sino la recomendación del Ministerio de Salud de la Nación.
Los datos actuales alrededor del consumo de tabaco ponen de manifiesto la necesidad de romper con la idea de que dejar de fumar es muy difícil o imposible. Con un acompañamiento integral y específico es factible dejar atrás este perjudicial hábito, y obtener los beneficios de una vida saludable: reducción de riesgo de cientos de enfermedades y aumento de hasta diez años de expectativa de vida. Al mismo tiempo, las mejoras se experimentan en el olfato, la piel, la salud dental y la sexual.
Lograr el cese del tabaquismo y su sostenimiento en el tiempo ya no parece ser una meta inalcanzable.