Louis Vuitton se complace en presentar una edición limitada del Tambour Moon Flying Tourbillon. Este nuevo reloj reúne la artesanía tradicional del esmalte cloisonné y una reinterpretación artística del “Monogram Flower”. Para dar vida a este audaz caleidoscopio, Louis Vuitton eligió un calibre de tourbillon volante único fabricado íntegramente en La Fabrique du Temps Louis Vuitton.
En 2017, cuando Louis Vuitton diseñó un nuevo estuche para celebrar quince años del reloj Tambour, la Maison tuvo cuidado de respetar los códigos estéticos que hacen que este modelo tenga tanto éxito. La curva invertida del Tambour Moon redondeado aporta un nuevo perfil de luna creciente. Con su sutil juego de luz en la muñeca, esta caja se adapta perfectamente a la estética del Tambour Moon Flying Tourbillon Kaleidoscope.
Su principal fuente de inspiración es el “Monogram Flower” que Louis Vuitton introdujo por primera vez en 1896. «Queríamos crear una versión contemporánea del reloj transformándolo en un caleidoscopio», explica Michel Navas, Maestro relojero de La Fabrique du Temps Louis Vuitton.
Una esfera diseñada como un cuadro
El Tambour Moon Flying Tourbillon Kaleidoscope es un homenaje contemporáneo a la técnica ancestral del esmalte cloisonné. Utilizando hilos de oro, el artesano dibuja motivos formando finos tabiques que luego rellena con esmalte.
Louis Vuitton optó por dejar brillar los detalles del esmalte cloisonné dejando el «lienzo» de la esfera sin firmar. La totalidad de la esfera está dedicada a los esmaltes de Anita Porchet. Púrpura es el color más difícil de esmaltar. Fueron necesarias varias semanas de investigación para perfeccionar los tonos utilizados en esta creación.
Junto a las variaciones de azul, Louis Vuitton quería múltiples tonos de púrpura intenso en para reforzar el efecto caleidoscópico de la esfera. Este proceso extremadamente delicado requiere un equilibrio perfecto entre los componentes del esmalte (polvo de sílice y óxidos metálicos). Una proeza técnica que sólo una mano tan experta precisa y hábil como la de Anita Porchet puede lograr.
Una vez terminada, la hipnótica estética de la esfera se ve realzada por la fuerza y sutileza de sus colores azul y morado.
Un calibre de altos vuelos
Para que el Tambour Moon Flying Tourbillon esté a la altura, Louis Vuitton decidió equipar el reloj con uno de sus más bellos movimientos automático: el calibre LV 81 con tourbillon volante, diseñado, desarrollado y ensamblado íntegramente en La Fabrique du Temps Louis Vuitton. El emblemático regulador situado a las 6 horas luce un diseño refinado, que revela la V de Gastón-Louis Vuitton en el corazón de la jaula del tourbillon volante. En el fondo de la caja, un cristal de zafiro abre una ventana al micro rotor y al mecanismo del reloj. Su delicado adorno recuerda al lienzo a rayas Trianon creado en 1858.