POR: Flavia Tomaello- @flavia.tomaello
La belleza que se ve puede ser extrema, pero este reducto combina un servicio tan arquitectónicamente detallado sin perder espontaneidad que armoniza con equilibrio frente a la majestuosidad decorativa. Un inquietante fanatismo por Las Meninas.
La inteligencia supera cualquier otra condición. Si el arquitecto Álvaro Sans hubiera tomado este edificio construido en el siglo XIX y situado en el centro histórico de la ciudad y hubiera trabajado, tal como hizo, los finos detalles originales, como su fachada isabelina, la escalera central de hierro forjado y madera, el pequeño gabinete del duque y el claustro con bóveda acristalada que hoy cobija el vestíbulo; pero el carácter del hotel Gran Meliá Palacio de los Duques hubiera quedado en el gran diseño y la preciosa arquitectura, el fiasco hubiera sido el resultado.
El antiguo palacio de los Duques de Granada de Ega ubicado sobre el que fuera el Convento más importante de Europa del siglo XIII, el de Santo Domingo, se ha mantenido en su estructura original y con un estilo clásico y señorial, que entona a la perfección con el Palacio y el Teatro Real que se encuentran en los alrededores. Es el sitio ideal desde el que partir una mirada sobre la Madrid más clásica. Se trata de un distrito agradables, con una atmósfera relajada, hermosos edificios y abundantes árboles y flores. Pero también a sólo 2 minutos de la Gran Vía, la arteria más famosa de la ciudad.
Su ingreso es dicotómico y armónico: el pasado se cruza con la vanguardia. Las dos enormes puertas de madera abren los brazos a la recepción ultramoderna. Una armadura custodia las escaleras, mientras piezas antiguas se exhiben en medio de luces exóticas erigidas en monumento a la vanguardia. Han tomado la sabia decisión de señalizar y datar el mobiliario con historia.
A pasos se esboza el exterior. Su jardín histórico de 1000 m² está lleno de vida y es único en el corazón de Madrid, un remanso de paz con zonas verdes y excepcionales propuestas gastronómicas con tres restaurantes: Dos Cielos Madrid, Coroa Royal Gallery & Garden, Montmartre 1889; dos Cocktails Bar y un Tea Corner.
Entre el fru fru de las polleras