El día martes ingresó al hospital en Los Angeles por dolores abdominales y fue sometido a una operación de urgencia. Su círculo más cercano, no brindó mucha información, pero su representante afirmo a otros medios que el actor se está recuperando. La confirmación de está noticia generó mucha preocupación entre sus fans y colegas de Hollywood.
Lejos de Friends, Perry, admitió su problema con el alcohol y las drogas. En varias oportunidades fue internado para rehabilitarse, primero fue por la adicción al Vicodin en 1997, y luego por problemas con el alcohol en 2001. El actor admitió a ver consumido dos litros de vodka al día y unas treinta pastillas.