24/09/2024
Por Marcelo López
Ushuaia tiene nieve durante buena parte del año, bosques increíbles, montañas mágicas, pero sobre todo, tiene agua. Es imposible imaginar esta ciudad sin el mar, y es inevitable embarcarse en un paseo por el Canal Beagle, recorriendo la Isla de los Pájaros, la Isla de los Lobos y el llamado “Faro del Fin del Mundo”.
“…En el centro de la ciudad hay un bar, está El Almacén de Ramos Generales, un hermoso lugar para almorzar, tomar un café o un chocolate caliente o cenar rodeado de un ambiente de principios de siglo…”
La gastronomía es uno de sus puntos fuertes, combinando la riqueza marítima con las delicias de las estancias locales. No se puede probar todo aunque es un deber intentarlo. Para comer centolla (una de las especialidades de la zona), se recomienda uno de los lugares por su excelencia: Tía Elvira, un pequeño restaurante, muy pintoresco, a una cuadra y media del Museo del Fin del Mundo, frente al Canal Beagle.
Uno de los restaurantes más interesantes del lugar es Kuar. Es un espacio ideal porque su ambiente combina En un ambiente que mezcla maderas y piedras volcánicas, un fogón y enormes ventanales que miran al mar, todo te lleva a querer mimarse con un cordero braseado o un lomo a la cerveza negra.
El Glaciar Martial está sobre la ciudad, prácticamente, subiendo hasta los 1000 metros S.N.M. Es un paseo obligado por las vistas que se tienen en el ascenso y porque hay infinidad de actividades para practicar, tanto en épocas invernales, como en otras más templadas. También es famoso por sus casas de té. Por lo que no hay nada mejor, para terminar una tarde, que pasar por La Cabaña, un espacio de aromas intensos, pastelería de primera y mucho para probar.
“…Un plan distinto es visitar el centro invernal ‘Tierra Mayor’. Allí se puede interactuar con los famosos perros de raza Husky y hacer paseos en trineos tirados por ellos…”
